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jueves, 2 de julio de 2015

Místicos y Terrenales


Místicos y Terrenales
·         Duarte: Distracciones de lo importante
·         Ser temido, más que querido
·         Seguridad Pública, el gran operador

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

Inmerso en una serie de circunstancias desfavorables, el gobierno de Javier Duarte mantiene un doble lenguaje, que simula la intención de impactar positivamente en la sociedad, al tiempo que genera restricciones sociales y busca provocar cierto temor.

De hecho, Javier Duarte, como gobernador, no pretende que se le quiera, si no que se le tema, para poder actuar de manera impune y hacer lo que se le de la gana.

Hoy son tres temas principalmente los que le preocupan a quien es el titular del Poder Ejecutivo en Veracruz (pero quien realmente manda en el estado, es otro):

1.     Las denuncias de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) contra su administración por no haber solventado las observaciones que se le hicieron
2.      La candidatura al gobierno del estado para el próximo año
3.      La imposición de candidatos a diputados para el 2016.

Y para encubrir esto lanzó dos distractores fuertes, que además en si mismos buscan incrementar los ingresos para los funcionarios del gobierno del estado y en una misma rama, la de Seguridad Pública: la nueva ley de tránsito y vialidad y la propuesta de restricción de horarios de venta de bebidas alcohólicas.

Javier Duarte aseguró que ya no tiene pendientes con la Auditoria Superior de la Federación y lo hizo el 22 de junio, cuando presentó varias carpetas, conteniendo supuestamente la solventación a las 17 denuncias penales que la Auditoría Superior de la Federación presentó contra su administración en 
noviembre del año pasado.

Pero no es así: Las denuncias siguen firmes.

La ASF no se ha desistido, y menos la PGR las ha dado como caso resuelto, aunque hasta ahora nada hayan hecho.

Pero Javier Duarte quiere que se crea lo contrario.

Pero sobre todo, ya no quiere que se hable del tema.

Y como chivo expiatorio lanzaron a Mauricio Audirac, excontralor del estado, y a otros funcionarios medios.

En su administración han desaparecido miles de millones de pesos, pero no le gusta que se toque el tema.
Javier Duarte también busca encubrir los intentos del fidelato (al cual sirve) para imponer su candidato al gobierno del estado para el próximo año.
Ahora enarbolan a Erick Lagos.

El fidelato no quiere soltar el poder y por lo mismo busca evitar que cualquiera de los senadores Yunes del PRI, Pepe y Héctor, sean los candidatos.
Javier Duarte simula estar con Héctor Yunes, para crear una división entre ambos senadores, para lo cual incluso utiliza los medios informativos de su familia (El Heraldo, en sus diferentes versiones) y los de su exvocera Gina Domínguez (el contenido es el mismo, así que no se puede dudar de su origen) para impulsar “su” imagen al lado de Héctor Yunes.

Pero mientras eso hace, Fidel Herrera (quien es realmente el máximo místico operador del fidelato en el estado) coloca a personas de su cuadrilla en puestos de control, tanto en el gobierno del estado, como en el PRI, lo que hizo al nombrar a Genaro Mejía como subsecretario y enviar a Marlón 
Ramírez al PRI estatal.

El control político que buscan es el que llevó a que hicieran la propuesta de Código Electoral que se envío al Congreso del estado, y que se mantiene latente.

Ese Código está sirviendo también como medio de negociación con los diputados panistas locales, muchos de los cuales son cercanos al gobierno del estado, al grado de que la mayoría de las veces votan a favor de sus propuestas sin reparo alguno.

Y esto es porque los panistas buscan vestirse de legitimidad para poder designar candidato a gobernador el próximo año, empujando fuera de la nominación a Miguel Ángel Yunes, enemigo acérrimo del fidelato.

Ligado con ese mismo Código está la intención de imponer candidatos a diputados locales, para el próximo año, lo que se buscará hacer tanto por el PRI, como por los partidos de oposición, que en este momento están en la esfera del fidelato.

Pero también se le quiere cerrar el paso a los candidatos independientes, para evitar alguna sorpresa.

Estas son las cosas de fondo que políticamente le interesan a Javier Duarte.
Bueno, también le interesa su mala imagen pública.
Al presentar la plataforma veracruzdigital, Javier Duarte se dolió de que le hagan “memes” en internet.

La campaña publicitaria de esa plataforma, está dirigida sobretodo a desanimar el uso de las redes sociales incluyendo contenidos contra el gobierno del estado, usando lo que pretenden sea publicidad 
subliminal.

Esa es una muestra de que Javier Duarte prefiere que le teman a que lo quieran.

Porque además, si la población le teme, no se le acercará… y ellos tienen aversión al contacto con la población.

Sus grandes distractores a estos temas de fondo, son el nuevo reglamento de tránsito y vialidad y el control de bebidas alcohólicas.

Pero aún estas propuestas llevan un trasfondo más allá, porque pretenden aumentar el flujo de recursos hacia los funcionarios del gobierno del estado (en específico a Seguridad Pública que será la que revisará la aplicación de ambos), aunque no precisamente a las arcas del gobierno del estado.

Con el nuevo reglamento de tránsito, por lo absurdo de algunos de sus planteamientos, y por lo elevado de sus multas, se incrementará la corrupción hacia los agentes de tránsito.

El mecanismo está establecido desde hace mucho: los agentes de tránsito reciben la “mordida”, estos le dan una cuota a sus superiores inmediatos, estos entregan a los delegados de tránsito por municipio y la cadena sube hacia los mandos estatales y es muy probable que continúe hacia el secretario y el gobernador, porque si no se hubiera cuidado este mal manejo.

La otra, el control de venta de bebidas alcohólicas, busca que la policía estatal imponga tarifas a los establecimientos a los que se les de una tolerancia para funcionar después de las 2 de la mañana, desplazando a los gobiernos municipales en el cobro de cuotas a los lugares de este tipo o instaurando una doble participación.

Este mecanismo se presume que funcione igualmente para tolerar la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad, lo que ya está restringido desde ahora, pero que se permite con el pago de las cuotas correspondientes.

Un acto más de corrupción que impulsará esta medida es que aparecerán en todo el estado casas particulares u otro tipo de puntos de venta clandestinos de bebidas alcohólicas, los cuales serán manejados muy presumiblemente por los grupos delincuenciales, que a su vez utilizarán a sus propios medios de transporte y distribución, operando después de la hora fijada.
Antes el transporte lo hacían los taxis.

Hoy que su numero se incrementó sustanciosamente ¿lo harán también estos vehículos?.

Así pues Javier Duarte hoy fluye entre el querer mantener el fidelato en el poder, la búsqueda de distractores, generar temor y más recursos para su administración.

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