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domingo, 17 de mayo de 2015

PLANA MAYOR


PLANA MAYOR
·        Alcalde de Coatepec, en el banquillo
 “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante". Ryszard Kapuściński

En las altas esferas del poder público debió haber caído como un oprobio que el alcalde priista de la vecina localidad metropolitana de Coatepec, Roberto Pérez Moreno —uno de sus incondicionales alfiles— haya sido presionado a solicitar licencia para separarse de su encargo para ser investigado por la Fiscalía General de la República por posibles vínculos con la delincuencia organizada.

La sorpresiva licencia a la alcaldía de Roberto Pérez por 59 días al Cabildo municipal, que entró en vigor a partir del lunes 27 de abril, fue de alguna manera como una bofetada con guante blanco para el primer círculo de la clase gobernante porque el viernes 24 en la presentación oficial del Mando Único de la Policía, no asistió como estaba programado por ser el auspiciador y el anfitrión.

Pero en las alturas del poder público federal, concretamente en la Fiscalía General de la República, Sedena y Marina, con el poder público local, no hay una comunicación muy explícita cuando se va a dar un golpe o se va a atrapar un pez (chico o grande) del crimen organizado porque se mantiene en la absoluta secrecía.

Y si bien es cierto que desde hace más de un semestre casi cuando entraron en funciones los 212 nuevos munícipes del estado, en la región cafetalera de Coatepec hizo su nicho curiosamente el crimen organizado, tiñendo de sangre con ejecuciones, secuestros y derechos de piso a la otrora y apacible localidad gobernada por el egocéntrico munícipe priista.

Los recurrentes delitos de alto impacto social que puso en jaque a la indefensa población de Coatepec obligó al alcalde hoy con licencia Roberto Pérez, a pedir la desaparición de la Policía Municipal e incorporarse al Mando Único policial, un folclórico personero conocido como “Juanelo” que como diputado se daba vida de sibarita en sus francachelas en los mejores restaurantes y peñas de Xalapa, junto con el exdiputado, exlíder del pasado período de la Legislatura local, exsecretario de la Sedesol local y hoy candidato a diputado federal por el distrito de San Andrés Tuxtla, Jorge Carvallo Delfín.

El jueves 23, por instrucciones del gobernador Javier Duarte, entró sorpresivamente el grupo élite de la Fuerza Civil de la SSP al palacio municipal de Coatepec, desarmó a los 99 integrantes de la Policía Municipal para someterlos a un interrogatorio por posibles nexos con el crimen organizado, bloquearon las principales calles céntricas ante la incertidumbre, expectación de la población y ausencia del alcalde priista.

Ese día, curiosamente, en las altas esferas del poder público federal estaban notificando a Roberto Pérez que la Fiscalía General de la República lo estaba investigando por sus posibles vínculos con la delincuencia organizada, que la vox populi lo acusaba de haber fomentado en su corto período municipal, haciendo oídos sordos a las denuncias.

Desde el mismo jueves 23 y viernes 24 se hizo público que el munícipe “Juanelo” estaba sujeto a investigación por la FGR y presionado a solicitar licencia. Por eso, ya no asistió al evento principal de la presentación del Mando Único que dio a conocer el gobernador JDO. El político cordobés mostró su enfado y evadió el tema cuando los reporteros intentaron conocer su opinión sobre la ausencia del munícipe.

Los malquerientes y críticos de Roberto, heredero de una fortuna familiar y propietario del minipasaje comercial céntrico de Xalapeños Ilustres en Xalapa, entre otros inmuebles, por supuesto, le atribuyen presumiblemente la autoría intelectual del asesinato de su tesorero municipal Guillermo Pozos Rivera, a finales del año pasado, a manos de varios elementos de la Policía Municipal, actualmente presos, con quien tenía diferencias políticas.

Hoy, Roberto Pérez Moreno, el priista afortunado que goza de la afectividad del primer círculo de la clase gobernante, un empedernido “don Juan”, se encuentra en el banquillo de los acusados, entre la gloria y el infierno, entre más sombras que luces. Culpable o inocente, quién sabe, su estatus lo habrá de definir la Fiscalía General de la República antes de que concluya su licencia de 59 días que entró en vigor por el Cabildo Municipal el lunes 27 de abril. Comentarios a gaugar55@hotmail.com


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