Místicos y Terrenales
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¿Qué espera EPN para
intervenir en Veracruz?
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Desde el 2014 denuncias por
malversación
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¿Dónde están los
desaparecidos?
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
¿Qué espera el Presidente para intervenir
en Veracruz?.
Es una gran pregunta que recorre la
entidad.
Veracruz es un Estado en descomposición.
El Estado entendido como estructura de gobierno.
Y el tamaño de la corrupción
gubernamental quedó evidenciado cuando la Auditoría Superior de la Federación ASF
presentó desde noviembre del año pasado 15 denuncias contra funcionarios y
exfuncionarios del gobierno del estado de Veracruz por la simulación en el
reintegro de fondos federales no utilizados.
La corrupción del grupo gobernante, de la
administración de Javier Duarte, es el vértice en el que confluyen otros dos
males, Violencia y delincuencia, entremezclándose los tres, para generar el
Estado en descomposición.
Todos tienen el mismo origen la
incapacidad gubernamental de Javier Duarte.
La corrupción del grupo gobernante, se
muestra con toda claridad en las 15 denuncias que la ASF presentó y que la
Procuraduría General de la República no ha querido procesar.
Desde principios de año el Senador José
Yunes Zorrilla se pronunció porque exista castigo a quienes han mal utilizado
los recursos públicos que debieron ser para beneficiar a los veracruzanos.
Esto es una muestra de que una gran parte
de los mismos priistas están en contra del mal gobierno de Javier Duarte,
porque saben que esto terminará por perjudicarlos.
El voto de los diputados y senadores
priistas en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión ante la promoción
de un punto de acuerdo para que la PGR informe de lo hecho en cuanto a estas
denuncias, ratifica que el sentir va más allá de Veracruz, porque además lo
hacen con una promoción realizada por el senador panista Fernando Yunes.
José Yunes Zorrilla en su posición de
castigo a los saqueadores del estado la ha retirado incluso en la Federación.
Porque además en la desviación de
recursos de la Federación hay una doble acción criminal.
La primera, el gobierno federal entregó
recursos etiquetados para alguna obra pública o el desarrollo de algún programa
social y que esto no se hizo.
El gobierno del estado de Veracruz, con
Javier Duarte a la cabeza, recibió esos recursos y los destinó para cualquier
otra cosa, menos para el beneficio de los veracruzanos.
La Auditoría Superior de la Federación
(ASF) revisó el destino de los recursos y encontró evidencias (donde no
pudieron o no supieron cubrir bien) de este mal uso de fondos y después de
largos procesos de revisión y de requerimientos para que se regularizarán,
finalmente determinó que el dinero enviado por la Federación debía reintegrarse
porque no se uso para lo que estaba destinado.
A Miguel Ángel Yunes le dieron 12
denuncias, que juntas representan 4,600 millones de pesos no ejercidos en obra
públicas o programas de desarrollo social.
¿Cuántos miles (o millones) de
veracruzanos se habrán dejado de beneficiar con estos desvíos?.
Aquí en Veracruz la violencia se expresa
con toda su crudeza y toda su fuerza en el reclamo que las madres de los
jóvenes desaparecidos hacen cuando muestran una cifra que suena estremecedora,
pero que seguramente no cubre toda la realidad: 750 casos reportados de hombres
y mujeres desaparecidos.
Faltan muchos casos que no quisieron
inscribir como desaparecidos, y otros que no fueron reportados, por miedo.
¿Cuántos son en total los desaparecidos
en Veracruz?.
Las madres, los familiares de estos
desaparecidos, recorren oficinas y cualquier lugar donde puedan encontrar
indicios de aquellos que no saben donde están, pero pocas veces tienen
resultados.
Algunas de estas madres de estos
desaparecidos, marcharon en la ciudad de Veracruz mostrando fotografías de los
que esperan que algún día regresen, y con esa esperanza acudieron a la Catedral
a escuchar misa y pedir por los que no están.
En Orizaba el reclamo también se dejo oír.
En Veracruz, este domingo por la tarde
miles gritaban pidiendo “paz”, “libertad”, impulsados por el asesinato de
Columba Campillo, pero además con la sensación d que se están creando culpables
para tapar el caso.
Como parte de la violencia que vive
Veracruz están los casos de los periodistas asesinados, lo cual inquieta
incluso a la comunidad internacional, no porque su vida valga más que la de los
otros a quienes han matado, si no porque sus muertes significan un ataque a la
libertad de expresión, un derecho social imprescindible para la existencia de
un estado democrático y una sociedad prospera.
Son 12 los homicidios de periodistas en
Veracruz y Estados Unidos mantiene una alerta permanente a sus ciudadanos para
visitar Veracruz, mientras que la Unión Europea, esa conjunción de la mayoría
de los países del viejo continente, recién este 8 de mayo emitió una
declaración oficial condenando el asesinato del reportero Armando Saldaña
Morales, “que se suma a la lista de otros
periodistas asesinados en los últimos meses, que incluye a Octavio Rojas
Hernández, Moisés Sánchez y Abel Manuel Bautista Raymundo”.
Esos son los rostros de la violencia.
De la pobreza, el Observatorio de las
Finanzas Públicas de la Universidad Veracruzana, da la mejor muestra, cuando
menciona que Veracruz es el segundo lugar entre los estados que más han hecho
crecer la pobreza.
El número de pobres en la entidad en 466
mil 946 personas, en tan sólo dos años.
En 2012 los pobres eran 4 millones 141
mil 759 y dos años después la cifra ya llegaba a 4 millones 608 mil 715.
Hilario Barcelata Chávez, integrante del
Observatorio, incluso retoma el orgullo del gobierno del estado de Veracruz
cuando apunta que el programa Prospera atiende a 700 mil familias.
Así pues, con esos tres vértices, los
místicos que hoy conforman el grupo en el poder han llevado a Veracruz y a la
administración pública a crear un Estado en descomposición, a colocar en las
gargantas y mentes de miles de veracruzanos la pregunta:
¿Qué espera Enrique Peña Nieto para
actuar?
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