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lunes, 11 de mayo de 2015

Místicos y Terrenales


Místicos y Terrenales
·         ¿Qué espera EPN para intervenir en Veracruz?
·         Desde el 2014 denuncias por malversación
·         ¿Dónde están los desaparecidos?

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

¿Qué espera el Presidente para intervenir en Veracruz?.

Es una gran pregunta que recorre la entidad.

Veracruz es un Estado en descomposición. El Estado entendido como estructura de gobierno.
Y el tamaño de la corrupción gubernamental quedó evidenciado cuando la Auditoría Superior de la Federación ASF presentó desde noviembre del año pasado 15 denuncias contra funcionarios y exfuncionarios del gobierno del estado de Veracruz por la simulación en el reintegro de fondos federales no utilizados.

La corrupción del grupo gobernante, de la administración de Javier Duarte, es el vértice en el que confluyen otros dos males, Violencia y delincuencia, entremezclándose los tres, para generar el 

Estado en descomposición.

Todos tienen el mismo origen la incapacidad gubernamental de Javier Duarte.
La corrupción del grupo gobernante, se muestra con toda claridad en las 15 denuncias que la ASF presentó y que la Procuraduría General de la República no ha querido procesar.

Desde principios de año el Senador José Yunes Zorrilla se pronunció porque exista castigo a quienes han mal utilizado los recursos públicos que debieron ser para beneficiar a los veracruzanos.
Esto es una muestra de que una gran parte de los mismos priistas están en contra del mal gobierno de Javier Duarte, porque saben que esto terminará por perjudicarlos.

El voto de los diputados y senadores priistas en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión ante la promoción de un punto de acuerdo para que la PGR informe de lo hecho en cuanto a estas denuncias, ratifica que el sentir va más allá de Veracruz, porque además lo hacen con una promoción realizada por el senador panista Fernando Yunes.

José Yunes Zorrilla en su posición de castigo a los saqueadores del estado la ha retirado incluso en la Federación.

Porque además en la desviación de recursos de la Federación hay una doble acción criminal.
La primera, el gobierno federal entregó recursos etiquetados para alguna obra pública o el desarrollo de algún programa social y que esto no se hizo.
El gobierno del estado de Veracruz, con Javier Duarte a la cabeza, recibió esos recursos y los destinó para cualquier otra cosa, menos para el beneficio de los veracruzanos.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) revisó el destino de los recursos y encontró evidencias (donde no pudieron o no supieron cubrir bien) de este mal uso de fondos y después de largos procesos de revisión y de requerimientos para que se regularizarán, finalmente determinó que el dinero enviado por la Federación debía reintegrarse porque no se uso para lo que estaba destinado.

A Miguel Ángel Yunes le dieron 12 denuncias, que juntas representan 4,600 millones de pesos no ejercidos en obra públicas o programas de desarrollo social.
¿Cuántos miles (o millones) de veracruzanos se habrán dejado de beneficiar con estos desvíos?.

Aquí en Veracruz la violencia se expresa con toda su crudeza y toda su fuerza en el reclamo que las madres de los jóvenes desaparecidos hacen cuando muestran una cifra que suena estremecedora, pero que seguramente no cubre toda la realidad: 750 casos reportados de hombres y mujeres desaparecidos.

Faltan muchos casos que no quisieron inscribir como desaparecidos, y otros que no fueron reportados, por miedo.
¿Cuántos son en total los desaparecidos en Veracruz?.
Las madres, los familiares de estos desaparecidos, recorren oficinas y cualquier lugar donde puedan encontrar indicios de aquellos que no saben donde están, pero pocas veces tienen resultados.
Algunas de estas madres de estos desaparecidos, marcharon en la ciudad de Veracruz mostrando fotografías de los que esperan que algún día regresen, y con esa esperanza acudieron a la Catedral a escuchar misa y pedir por los que no están.
En Orizaba el reclamo también se dejo oír.
En Veracruz, este domingo por la tarde miles gritaban pidiendo “paz”, “libertad”, impulsados por el asesinato de Columba Campillo, pero además con la sensación d que se están creando culpables para tapar el caso.

Como parte de la violencia que vive Veracruz están los casos de los periodistas asesinados, lo cual inquieta incluso a la comunidad internacional, no porque su vida valga más que la de los otros a quienes han matado, si no porque sus muertes significan un ataque a la libertad de expresión, un derecho social imprescindible para la existencia de un estado democrático y una sociedad prospera.

Son 12 los homicidios de periodistas en Veracruz y Estados Unidos mantiene una alerta permanente a sus ciudadanos para visitar Veracruz, mientras que la Unión Europea, esa conjunción de la mayoría de los países del viejo continente, recién este 8 de mayo emitió una declaración oficial condenando el asesinato del reportero Armando Saldaña Morales, “que se suma a la lista de otros periodistas asesinados en los últimos meses, que incluye a Octavio Rojas Hernández, Moisés Sánchez y Abel Manuel Bautista Raymundo”.

Esos son los rostros de la violencia.

De la pobreza, el Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad Veracruzana, da la mejor muestra, cuando menciona que Veracruz es el segundo lugar entre los estados que más han hecho crecer la pobreza.
El número de pobres en la entidad en 466 mil 946 personas, en tan sólo dos años.
En 2012 los pobres eran 4 millones 141 mil 759 y dos años después la cifra ya llegaba a 4 millones 608 mil 715.
Hilario Barcelata Chávez, integrante del Observatorio, incluso retoma el orgullo del gobierno del estado de Veracruz cuando apunta que el programa Prospera atiende a 700 mil familias.
Así pues, con esos tres vértices, los místicos que hoy conforman el grupo en el poder han llevado a Veracruz y a la administración pública a crear un Estado en descomposición, a colocar en las gargantas y mentes de miles de veracruzanos la pregunta:

¿Qué espera Enrique Peña Nieto para actuar?

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