Cuento de árabes y camellos
Las cuotas que paga el pulpo
Muchos dinares mensuales
COMO YA ESTÁ EN VIGOR LA
LEY MORDAZA AHORA TENDREMOS QUE REDACTARLES UNA DE CUENTOS DE CAMELLOS Y CUOTAS
Veracruz, Ver. Mx. Había
una vez un reino, en los desiertos del Sahara donde tenían como el jefe de
recaudación de impuestos de camellos a un jefazo conocido como “El SANTOLLO y
éste a su vez, tenía un achichincle conocido como; Baúl Águila teja d a, quien
estaba con la noble encomienda de recaudar los fondos para las arcas jeque
elsantollo, dichos fondos se hacían vía impuestos a propietarios de las líneas
de camellos que hacían las veces de un sistema de transporte que los beduinos
tenían que usar para ir a sus labores o paseos, así las cosas, esos émulos de
lo que hoy podría ser el transporte actual, tenía su empresa que se conocía
como el pulpo camellero. Y bien, en ese pequeño reino el sistema de camellos
dedicados al transporte constaba en número de dos mil quinientos cuarenta y
cuatro que daban el servicio en ese pequeño reino, pero había más camelleros
que, por ser amigos del jeque EL SANTOLLO pues estaban exentos de pagar esos
mencionados impuestos, los jerarcas de ese grupo amigo del jeque estaban
lidereados por un beduino apodado como el
pollono, luego entonces los propietarios del grupo de camellos ajenos al
pollono tenían que pagar lo de ellos y, lógicamente para no castigar las arcas
de ELSANTOLLO las de éste pollono, razón por la cual les pusieron a los amigos
del pollono la cuota mensual de un mil dinares por camello, cuota que tenían
que pagar así estuviera el camello accidentado por haber caído en una duna o
resbalado en ellas y estuviera en el taller de los camellos, aun así las cuotas
tenían que salir de los camelleros. Saque usted las cuentas de mil dinares a
dos mil quinientos cuarenta y cuatro camellos, la suma recaudada era nada menos
que de DOS MILLONES QUINIENTOS CUARENTA Y CUATRO DINARES al mes. Olvidamos
decirles el nombre de ese pequeño reino donde el jeque EL SANTOLLO era quien
partía el queso, ese reino se llamaba LA BERA CRUZE que por ningún concepto
tiene similitud alguna con la de la vera cruz, aunque pueda parecer y sonar
casi iguales recuerden que es un cuento árabe y, como cuento, cualquier
similitud con alguna realidad que a ustedes pueda parecerles es solo eso, una
similitud muy lejos de la realidad, lo aclaramos por aquello de las pésimas y
controversiales equivocaciones y malas interpretaciones que pudieran darse. En
el cuento no nos dicen si de esos poco más dos millones y medio de dinares el
jeque tenía que darle algún tipo de participación al Mustafá de todo el reino,
cosa que quizá sea lo más seguro salvo que, al enterarse el jefe máximo mandase
cortarle las manos a Elsantollo y a su fiel recaudador de esos impuestos, como
podemos darnos cuentas el negocio de dromedarios deja píngues ganancias en esas
zonas de los desiertos, de ahí que se reúnan recaudadores y quienes tienen las
concesiones del arrastre de los camellos enfermos o accidentados por lo
desastroso de las dunas tanto en las ciudades árabes como en las colonias de
riendas de campaña que se instalan en sus cercanías.
CREAN USTEDES QUE
CUALQUIRE SEMEJANZA con alguna situación que se pueda vivir con las ciudades de
los paganos que viven en occidente es pura y mera coincidencia, nada más lejos
de querer poner como ejemplo la vida de oriente con sus camellos comparándolos
a manera de igualdad con las formas de transportar que se usan los infieles al
Corán, por lo que aclarada cualquier similitud que alguien con malos
pensamientos pudiera querer dar otro tinte a la narración, les dejamos como
siempre las modernidades que usamos en ésta parte del mundo occidental para
servirles con gusto: http://crucero-politico.blogspot.mx loyocrucero@hotmail.com , loyocruceropolitico@yahoo.com.mx , Twitter
@Loyo Ochoa Facebook joseluisloyo1 y su portal de internet: www.cruceropolitico.com.mx desde donde con mucho gusto trataremos de narrarles
más cuentos, algunas veces árabes, otras veces chinos y, porque no, una que
otra vez aztecas, zapotecas y hasta mayas. POR lo pronto es cuánto tenemos en
el tintero esperando les gusten los cuentos y disculpando ésta nuestra nueva
forma de narrar cuentos. Mil gracias.
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