Prosa aprisa
Quedaron
en las mismas
Arturo Reyes Isidoro
Quizá fue la
neblina que invadió el escenario de la comida en el rancho San Julián, en el
municipio de Perote, lo que no dejó en claro nada respecto a la definición del
futuro candidato del PRI a la gubernatura del estado.
La de ayer
fue una comida de aparente unidad priista, y si bien a punto de subirse a su
camioneta el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, hizo que se
dieran un abrazo el gobernador Javier Duarte de Ochoa y el senador Héctor Yunes
Landa, le dio las gracias al senador Pepe Yunes por la comida-reunión y le
expresó un “felicidades” a Héctor, en realidad, la lucha por la candidatura
habrá de seguir hasta enero.
Una cosa
quedó y está muy clara: el actor político de la unidad y el que es mano para la
candidatura es Pepe Yunes, pero salvo que no le dejen opción de decidir y le
den indicaciones de que él va, entonces se hará a un lado para esperar la
candidatura a la gubernatura de seis años y apoyará al senador Héctor Yunes Landa
para que vaya por la de dos, a Héctor pero a nadie de la prosperidad.
Pero a éste,
el grupo en el poder, el del gobernador Javier Duarte de Ochoa, le quiere
cerrar el paso a toda costa y está empeñado en no dejarlo pasar. Este grupo
apoya a Pepe pero no a Héctor, y si Yunes Zorrilla decide que no va, que no le
interesa por ahora, entonces está decidido a impulsar con todo a su alfil
Alberto Silva Ramos, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Por eso ellos
celebraron y tomaron como un mensaje que los favorece lo que a su salida fue
repitiendo Beltrones: “lo que se ve no se pregunta –esto porque le pregunté si
en realidad había visto unidad–; lo que vi fue mucha unidad; la unidad primero,
luego viene la inclusión”.
A Manlio
Fabio, Veracruz le debe quitar el sueño: sabe muy bien de la posición de los
senadores en contra el grupo del gobernador Duarte y, sí, busca la unidad. Por
eso desde que llegó a las 3:20 de la tarde, durante poco más de media hora fue
mesa por mesa saludando a todos los asistentes, siempre muy cordial, accesible,
con mucha calma, porque se ve que quería transmitir su saludo personal como un
llamado a la unidad.
Contra lo que
se esperaba, por el clima característico de esta época en Perote, la comida fue
al aire libre, si bien se pusieron carpas y unos calentadores a gas, que no
impidieron la invasión de la neblina y la baja temperatura. Y es que cuando
inicialmente estaba contemplada para
unas setenta personas, al final se ordenó servicio de banquete (al banquetero
huatusqueño Ángel Peralta) para doscientas, pero a la hora pico de la comida
había al menos quinientos comensales.
A la mesa de
Beltrones estuvieron, además del gobernador Javier Duarte de Ochoa y los
anfitriones Pepe Yunes Suárez (padre) y Pepe Yunes Zorrilla (hijo), el senador
Héctor Yunes Landa, el dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, el
secretrario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, y los
diputados federales Adolfo Mota Hernández y Erick Lagos Hernández, todos ellos mencionados (y algunos
abiertamente) aspirantes a la gubernatura.
Con ellos
estaban también los dirigentes de los sectores Juan Carlos Molina Palacios, de
la CNC, con su esposa Rosalba Guízar Moreno (fue él unico que llevó esposa), y
Erika Ayala Ríos, de la CNOP, el coordinador de la bancada priista en el
Congreso local, Juan Nicolás Callejas Arroyo, así como el exdirigente estatal
del PRI y líder moral de Vía Veracruzana, Felipe Amadeo Flores Espinosa, además
del diputado federal Jorge Carvallo Delfín.
Manlio Fabio
Beltrones viajó desde la ciudad de México con solo dos acompañantes: el senador
Pablo Escudero Morales, su yerno (está casado con Silvana Beltrones Sánchez,
que a su vez es sobrina de Salvador Sánchez, exsecretario de Finanzas de
Veracruz), amigo personal de Pepe Yunes, y el senador José “Pepín” Melgar, de
Chiapas, del Partido Verde Ecologista de México. Dada la neblina, llegaron por
carretera desde Xalapa.
Originalmente,
Pablo Escudero y otros amigos de Pepe, entre ellos José Antonio Meade y Luis
Videgaray, iban a venir a una comida con Yunes Zorrilla para este sábado, en
vísperas del informe del senador de Perote, la que ya había sido cancelada,
pero cuando se enteró Beltrones pidió que se reactivara, que Pepe lo invitara
pero también al gobernador Javier Duarte de Ochoa, porque quería reunirlos a
todos. Pepe no tuvo inconveniente, dijo que no estaba de acuerdo con la forma
en que se gobierna y que su posición no va a cambiar, pero que el suyo no era
un pleito personal con el gobernador.
Y la comida
se dio. Anoche, la cosa quedó en que está en Pepe decidir si la juega, pero él
tiene muy claro que si no participa apoyará a Héctor Yunes Landa, lo que ya
sería del conocimiento del gobernador. Pero éste ve bien a Pepe pero no a Héctor
y entonces quiere que entre Silva Ramos, responsabilizándose del resultado.
La aparente
unidad se ve muy frágil. Las posiciones están muy radicalizadas. De hecho se
quedó en lo mismo: los senadores Yunes unidos contra el grupo duartista.
Otra cosa que
me aseguraron operadores del Comité Ejecutivo Nacional: candidato oficial habrá
en los últimos días de diciembre o en los primeros de enero. Por ahora no han
recibido ninguna instrucción de acelerar los trabajos ni tampoco ningún indicio
de que tengan que orientar, trabajar, a favor de alguno de los aspirantes.
Ya cuando
iban a dar las seis de la tarde, Manlio Fabio Beltrones se despidió y por
carretera enfiló hacia Puebla. Iba con la certeza de que logró la unidad, hasta
reprochó que para eso lo habían hecho venir hasta Perote. Él cree que ya dejó
resuelto el asunto de Veracruz. Por lo que escuché cuando ya se había ido, se
fue con una idea equivocada. La solución no será fácil.
Mañana, el informe de Pepe
El interés
para el informe del senador Pepe Yunes no decae. Está anunciado para el domingo
a las 11:30 de la mañana en el World Trade Center de Boca del Río. No se
extrañaría si asiste el gobernador Javier Duarte de Ochoa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario