1985 dos tragedias de México
El cataclismo y la corrupción
La segunda sigue imperando
CUANDO ÉSTE PAÍS ES DEVASTADO
POR LAS FUERZAS NATURALES FUE DOLOROSO, PERO FUE MÁS DOLOROSA LA DEVASTACIÓN DE
LA CORRUCIÓN
Veracruz, Ver. Mx. Cuando
nuestro país se vio devastado por las fuerzas de la naturaleza y deja casi en
ruinas la capital mexicana, dos cosas quedaron de manifiesto ante el mundo y
sobre todo, ante nuestra ciudadanía, ante nuestros mismos hermanos. La primera
que nos demostró que, los mexicanos sabemos ser más unidos ante las desgracias
y, en forma por demás inmediata darnos a la tarea de acudir al auxilio de
nuestros hermanos que sufren la desgracia, eso quedó plasmado en los libros
imborrables de la historia, pero también esas desgracias ponen al descubierto
otro tipo de situaciones que, si bien el ciudadano queda al mundo como el
hermano que es, también al mundo se demostró de que están hechos los políticos
mexicanos, por un lado los ciudadanos comunes, los que no tienen cargos en
ninguna parte de la política acudían, sin ser llamados, a prestar los auxilios
necesarios, sin medir los peligros a enfrentar dadas las situaciones en que
quedaban los inmuebles que se habían dañado en esos momentos de necesidad la reacción
y acción del pueblo era acudir al llamado de los que estaban sufriendo, a de
tratar de salvar a quienes podían perder aún algo más valioso que la posesiones
materiales y que es la vida. Esos que arriesgaban todo y nada esperaban a
cambio eran los ciudadanos, la gente de la calle, los que estando en el lugar
de la tragedia habían perdido hasta a sus familiares, pero viendo que ya nada
podían hacer por ellos se dieron a la tarea de tratar de salvar a otros en
peligro de perder esa vida aún a riesgo de perder la propia. PERO volvemos a
repetir, esas acciones se veían entre los ciudadanos sin cargos políticos, ya
que éstos, una vez pasado la primera impresión de ese susto, empezaron a pensar
como lo que son, BUITRES, ZOPILOTES E HIENAS, carroñeros de la peor calaña,
seres sin el mínimo de escrúpulos que solamente pensaron que ese sismo para
ellos era colmo una bendición del averno,
en forma inmediata se dieron a la tarea de constituir centros de acopio,
oficinas improvisadas hasta en plena calle para recibir toda la ayuda que el
pueblo pudiera y estuviera dispuesto a brindarle a sus hermanos caídos en la
desgracia. CREAN ustedes que esa, la segunda desgracia sufrida por y para el
pueblo fue la peor de las dos, quedaron al descubierto ante toda la nación y,
lo penoso del asunto, ante todo el mundo, de que están hechos los políticos
mexicanos, casi en forma inmediata del mundo entero empezaron a llegar aviones
con todo tipo de ayuda, y casi en igual forma se empezaron a montar tiendas de
campaña en todas las explanadas de las delegaciones del distrito federal para,
en ellas, expender a la venta toda esa ayuda humanitaria que desde los confines
más alejados de nuestra República habían llegado para ser repartidos entre la
población más necesitada y lastimada por ese sismo. Humberto Ramírez Rebolledo,
en ese entonces diputado federal panista, trataba con los medios a su alcance
de aquellos envíos que las naciones del mundo habían mandado a México fueran
dados gratuitamente.
Lamentablemente Humberto
Ramírez y éste servidor, quien por aquellos años laboraba en un diario
capitalino, no pudimos vencer la fuerza y hermandad de corrupción política que
por aquellos, al igual que hoy, gobiernan al pueblo mexicano, Humberto por su
lado se dio a la tarea de conseguir pruebas de la corrupción prevaleciente, en
Bucareli se instalaron la oficina de recepción de vehículos de carga, es decir,
camiones de volteo y todo aquel que pudiera transportar los escombros, la
recepción de esos vehículos se hacía mediante una tarjeta que, alguien de
afuera le daba al que llevaba su armatoste, no importaba que esa unidad fuera
llevada a empujones, solamente tenían que presentarla y quedar inscrita en el
libro, una vez hecho ese trámite empezaba a correr el cobro del “servicio” de
la unidad aunque, de ahí saliera al depósito de chatarra. Lógicamente quien
apuntaba la aprobación recibía, antes de firmar el papelito su fajo de billetes
muy disimuladamente, tal disimulo se hacia la vista de todos, total, quienes
los recibían estaban ahí por órdenes de políticos de mayor jerarquía que los
apuntaban y firmaban, tratar de exponer esa corrupción casi nos cuesta la vida
a Ramírez Rebolledo y a éste servidor, por aquellos años no habían los medios
modernos de hoy, si acaso podíamos tener acceso al TELEX, Fernando Ortiz, que
era el dueño del Hotel Acuario me hacia el favor de prestarme el suyo para
enviar hasta el diario capitalino los reportajes, y Carmelita Magallanes me
hacia el favor de manejar ese telex, mismo que desde la oficina del diario
capitalino nos lo apagaban al enviar pruebas de la corrupción con que se
manejaban todas las ayudas recibidas, bien del exterior o del interior del
país. Una noche me mandaron llamar inmediatamente del diario capitalino, y al
llegar a las oficinas del jefe me espetó que si quería que nuevamente volvieran
a poner otra bomba en el diario, que si tenía las pruebas las quemara antes de
que fueran por mí las personas del gobierno, llegando al puerto obedecimos las
órdenes y fueron quemadas todas y cada una las pruebas y borrados de nuestro
cerebro dichas pruebas. LA MISMA noche del sismo llegó PLACIDO DOMINGO A
MÉXICO, e inmediatamente se trasladó a la zona de TLATELOLCO, al edificio donde
sus padres habían perecido en los escombros de lo fuera su hogar, en jugando
sus lágrimas de inmediato les pidió a los que habían vecinos de sus padres que
se apuntaran con la persona que iba con él, prometiéndoles que en un año él les
daría una casa a cada familia, diciendo esas palabras se presentó en el sitio
alguien de lo que creo era SEDUE en ese entonces y que tenía como jefazo al
dipsómano Chirinos, para decirle a Placido Domingo que ellos se harían cargo de
hacer las entregas de las casas a los enlistados, a lo cual Placido, sin pelos
en la lengua lo mandó , alvadareñamente a que junto con Chirinos fueran a
“TIZNAR “ a su madre, corriendo del lugar al enviado, huelga el decir el nombre
del secretario del enviado chirinista. Y EN EFECTO, cumpliendo el año ese tenor
brindo sus casas a los anotados con él. EXPONER en dos cuartillas los recuerdos
del actuar corrupto de los políticos de aquel entonces sería imposible, no nos
lo contaron, son hechos que vivimos. Y como el espacio se agota ésta es nuestra
aportación al triste y muy penoso recuerdo del diecinueve de septiembre de mil novecientos ochenta y cinco, como siempre
les dejamos nuestros modernos medios para tratar de servirles en lo que pueda
éste servidor y amigo y quienes mandan
nos dejen: http://crucero-politico.blogspot.mx loyocrucero@hotmail.com , loyocruceropolitico@yahoo.com.mx , Twitter @LoyoOchoa , Facebook joseluisloyo1 y su
portal de internet: www.cruceropolitico.com.mx y quienes corroborar lo leído aquí, Humberto Ramírez
Rebolledo aún vive, ya fuera de la política que tan malos recuerdos le guarda
por no nos dejará pasar por mentirosos. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario