Los mexicanos han dejado de confiar en los
políticos de partido, como resultado de las acciones continuadas de corrupción
e impunidad que enriquecieron a quienes ocuparon u ocupan un cargo público
-directores, subsecretarios, secretarios, contralores, alcaldes, diputados,
senadores, gobernadores o presidentes-, siendo que, el servicio público es una
actividad incompatible con la riqueza. Quien aspire a ser millonario que se
convierta en empresario, no en funcionario.
Mientras que México continúe gobernado por
los mismos que lo llevaron a la situación actual, -los cuales se ocultan en los
diversos partidos políticos para actuar a través de personas jóvenes,
carismáticas o populares que manipulan-, no se podrá revertir la violencia,
pobreza, corrupción e impunidad que se vive; porque como dice Eduardo
Manzanares “nadie se da un balazo en el
pie, salvo que se le escape el tiro”. ¿Por qué pensar que los personajes
del poder que reciben un porcentaje del presupuesto público o un pago mensual
en millones de pesos, por dejar pasar o hacer, van a renunciar de manera súbita
a su forma ostentosa de vida para someterse a la justicia?
Las condiciones que sufren los mexicanos en
algunas zonas del país, han sido provocadas primordialmente por las ambiciones
personales de poder y dinero de los gobernadores de las dos últimas décadas, en
complicidad, por acción u omisión, de autoridades municipales y federales. Un
problema que agrava la situación de los estados y municipios es que: unos son
los que gobiernan, pero otros los que mandan.
Los mexicanos están enojados no sólo por la
desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino también por la
corrupción e impunidad que ha provocado: miles de desaparecidos, secuestrados,
extorsionados y asesinados; desigualdad social en millones de familias que
apenas subsisten por los bajos sueldos que se pagan en el país; la complicidad
de funcionarios y servidores públicos con la delincuencia para consentir
operaciones ilícitas a cambio de poder y dinero; la opulencia que exhiben un
número representativo de personajes que únicamente han desempeñado cargos
públicos, pero que viven como exitosos empresarios.
Considerando lo anterior, que evidencia las
condiciones adversas que atraviesa el país en materia social, económica,
política y gubernamental, las cuales han distanciado a los ciudadanos de las
autoridades por la falta de congruencia de funcionarios y servidores públicos
que discursan con gran elocuencia, pero actúan con total simpleza, provocando
el debilitamiento de las instituciones; se hace necesario construir un acuerdo
para la reconciliación nacional entre todos los mexicanos. Toda vez que, hasta
hoy, los pactos y planes de gobierno para mover a México, han excluido al
pueblo, a pesar que en él, se origina la fuerza del estado.
Por lo antes expuesto; se proponen las siguientes acciones ciudadanas que facilitarán el
camino para componer a México:
Acuerdo para la
Reconciliación Nacional de México
Compromisos ciudadanos
Primero. Los ciudadanos asumen el compromiso de
invertir su tiempo y recursos para denunciar y dar seguimiento a todo acto
ilícito que violente el estado de derecho. México necesita revertir la
indiferencia social que provoca corrupción e impunidad.
Segundo. Los mexicanos son un pueblo solidario e
incluyente, por lo tanto, se ratifica el compromiso de unidad, fraternidad e
igualdad entre todos los individuos. La ciudadanía requiere organizarse para
generar mecanismos de autoprotección ante los embates de los afectados por las
acciones sociales de combate a la corrupción e impunidad. Si el pueblo sigue
dividido e indiferente ante el sufrimiento ajeno lo seguirán desapareciendo,
pero si participa de forma organizada podrá componer a México.
Tercero. Los ciudadanos se comprometen a participar
en todos los procesos electorales, cívicos y democráticos sin esperar, aceptar
o recibir ningún tipo de retribución en efectivo o especie. La libertad y
dignidad humana no se reparte en bolsas de colores. México requiere políticos
con principios e ideales.
Cuarto. Las instituciones educativas se comprometen a
crear los espacios suficientes para incorporar inmediatamente a todos los
niños, adolescentes y jóvenes que ni estudian, ni trabajan. La educación es un
derecho humano que contribuye al desarrollo de las personas en igualdad de
condiciones, además que forma a los ciudadanos de un país.
Quinto. Los empresarios se comprometen a mejorar los
salarios, prestaciones y las condiciones generales de trabajo para generar
identidad entre las empresas y la comunidad. Las empresas deben tener claro su
compromiso social y llevarlo a la práctica.
Sexto. Las empresas e industrias se comprometen a no
utilizar publicidad y mercadotecnia emocional que promueve el
consumismo-materialismo en niños, adolescentes y jóvenes en edad escolar como
estrategia para elevar sus ventas, es decir, tener para ser y sentirse integrado
en una sociedad que basa sus principios en el pensamiento “cuanto tienes,
cuanto vales”.
Séptimo. Los dueños de los medios de comunicación
impresos, digitales, radiofónicos y televisivos, se comprometen a no trasmitir
contenidos que promuevan: la cultura de “todo
rápido y sin esfuerzo”; los estereotipos
de vida; la materialización de la felicidad o éxito. La finalidad de
este punto es disminuir las necesidades materiales en niños, adolescentes y
jóvenes en edad escolar, para privilegiar las relaciones humanas basadas en el
afecto en lugar del interés, así como, no alterar el desarrollo formativo de las
personas.
Octavo. Los maestros se comprometen a trabajar en la
formación de ciudadanos con principios y
valores, que sepan pensar, razonar y resolver problemas para la
cotidianidad de la vida.
Noveno. (Aquí
le toca escribir su compromiso ciudadano para componer a México)
#SiPodemosComponerAMéxico
Dr. Jeremías Zúñiga Mezano
Twitter: @jeremiaszm
Pagina Facebook Jeremias Zuñiga Mezano
Correo: jeremias.zuniga@gmail.com
Twitter: @jeremiaszm
Pagina Facebook Jeremias Zuñiga Mezano
Correo: jeremias.zuniga@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario