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martes, 10 de febrero de 2015

Hasta luego Panchito Loyo


CUANDO HABLAMOS DEL VIVIR CREÉMOS QUE NUESTRA ESTADÍA SERÁ ETERNA Y NO NOS PREPARAMOS PARA LA PARTIDA QUE VIENE SIN AVISAR.     J. L. L. O.

     Francisco Loyo Ramos acaba de tomar su último tren, ese último viaje a donde ningún ser humano jamás ha vuelto, pero a diferencia de muchos que han salido en ese viaje sin retorno, Panchito si deja una estela de recuerdos, los más de ellos gratos para todos aquellos que tuvieron la ocasión de conocerle, y más para quienes supieron tener la amistad sincera del amigo, un hombre que supo andar por ésta vida cultivándose siempre, y lo mejor, que ayudo a muchos a saber cultivarse con el estudio, esa etapa en la vida deja mejor recuerdo que los que puedan dejar entre aquellos amigos de copas y francachelas y juergas sin fin. Antes que nada permita usted aclarar algo, entre el finado y éste servidor existía parentesco, aunque un ex gobernante un día le pregunto allá, en Legislativo local a su manera socarrona y burlona, que si el que escribe era su pariente, a lo que Panchito sin prisas le respondió que sí, en efecto, entonces ese oriundo de Nopaltepec le dijo que éste pariente (léase yo) era de los Loyo pobres, Panchito solamente sonrió sin hacer eco de ese petulante que ya sufrió amnesia en cuanto a sus orígenes, ahora no recuerda que cuando  descalzo andaba vendiendo dulces en los trenes que iban de paso por su natal tierra, hoy ya se codea con los millonarios, con esos que han hecho millones a costa del erario sin el mínimo de vergüenza, pero eso es, para éste servidor pecata minuta, es decir, la burla la hemos tomado siempre como la demostración de poca valía de quien la emite, es decir la dejamos al viento, lo que viene sin valor y no deja dejarlo. Afortunadamente nunca hemos pertenecido a la clase política, seguro que quizá también habríamos amado al billete fácil como es común entre la gran mayoría de esos que ahora son millonarios.


3 hermanos Loyo a México

Ahora bien, permita usted contarle una breve historia de los Loyo en México, a éste ahora nuestro país llegaron TRES hermanos Loyo, uno se quedó en la Península de Yucatán, de él no sabemos cuanta descendencia exista, el siguiente se aposento en la zona de la Cuenca. y el tercero en la zona de San Juan Coscomatepec. Olvidamos decirles, los hermanos Loyo venían de la madre patria, es decir de España, concretamente de Aragón. Y bien, esos tres hermanos Loyo quedan solamente en dos, el de la Cuenca y el de San Juan Coscomatepec, y como buenos españoles, para no perder su sangre ni su apellido hicieron costumbre que debían de reunirse cada determinado tiempo para casarse entre la misma familia, ello con la finalidad de preservar esa sangre y apellido como decimos líneas arriba. De ahí que todo Loyo nacido de los sesenta para abajo seamos parientes directos, aquel Loyo de esa época que niegue a otro Loyo está errado y no conoce el origen de su sangre y apellido, y para su conocimiento amable lector, en la actualidad en España solamente existen ciento noventa y siete Loyo de primer apellido y ciento ochenta y siete de segundo apellido.

De ahí que aquí en México las personas de apellido Loyo seamos pocas, no así el González, el Hernández y hasta el HERRERA, los cuales hay decenas de páginas en los directorios de cualquier ciudad. EL Doctor Mauro Loyo Díaz que también no hace mucho partió a donde a no dudar le habremos de alcanzar fue nuestro tío abuelo, de chiquillo recuerdo que nos llevaba nuestra abuela Doña Pomposa a visita médica con el doctor Mauro Loyo Sánchez, el que fuera Gobernador de nuestro estado, tenían, él y el tío abuelo su consultorio por la calle de 20 de Noviembre, vagamente recuerdo que regañaba a mi abuela diciéndole que tenía que llevarme más seguido, no cuando solamente ella quería.


Hemos hecho un camino

Esta pequeña y breve historia del origen del apellido Loyo quisimos exponérselos hoy cual sencillo homenaje a la memoria del apreciado pariente Panchito, que como decimos en las líneas del inicio, dejo camino hecho para que otros Loyo tomen escuela y vayan por mejor camino, sobre todo aquellos Loyo de nueva camada, y que esos nuevos sepan de donde se llegan a ésta hermosa patria que hoy nos cobija a todos nosotros y de la cual estamos más que orgullos de ser hijos de ella, de éste hermoso México que los nuevos políticos están tratando de desaparecer con tanta corrupción como les mueve en sus bajos instintos.

En Perú gracias a un médico que me hizo el favor de atenderme pude conocer a los Loyo de aquel país, cuando ese doctor miro cual era mi apellido inmediatamente me pregunto si en México los Loyo éramos blancos, o sea de color de piel clara, a lo cual le expuse que yo era de los más morenos, que la mayoría de los Loyo de México era gente de piel blanca Y, de inmediato ordeno a su enfermera cancelara sus citas, pidiéndome acompañarlo a la ciudad de Lima, distante de Callao a solo quince minutos en automóvil. Cuando llegamos a la citada ciudad de Lima me llevo a un domicilio donde vivía una familia Loyo, siendo una sorpresa para mí que esa familia Loyo en Perú era morena oscura, es decir negros con sus cabellos rizados tipo enredado, ellos desconocían el origen de su apellido, pero según dijo el Médico eran los únicos Loyo del Perú. Ahí se los dejo de tarea por si algún nuevo Loyo quiere tomarse el tiempo para investigar el origen de los Loyo del Perú.
  
Por hoy es cuanto tenemos en el tintero y colmo siempre les dejamos todas las modernas de comunicación que hoy existen para servirles: http://crucero-politico.blogspot.mx loyocrucero@hotmail.com  ,  loyocruceropolitico@yahoo.com.mx  ,  Twiter @LoyoOchoa , Facebook: joseluisloyo1 y su portal de internet: www.cruceropolitico.com.mx  desde con gusto expondremos su sentir de la corrupción de los actuales políticos. Gracias.



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