Prosa
aprisa
Tomás hace política en la tierra de
Duarte
Arturo Reyes Isidoro
Con el
argumento de que “Hoy es sábado, hoy se vale”, el sábado pasado el secretario
de Infraestructura y Obras Públicas (Siop), Tomás Ruiz González, fue a hablar
de política, entre otros temas, con “amigos” de Córdoba. Así respondió sobre su
presencia en la Ciudad de los 30 Caballeros cuando los reporteros le preguntaron
el motivo de su visita.
Tomy se
reunió con “amigos” primero en los tradicionales portales y luego en un hotel del
centro de la ciudad. Fue, pues, a hablar de política a la tierra del patrón lo
que de acuerdo a las formas políticas debió haberle notificado con anticipación
y haber recibido la aprobación correspondiente.
En este
espacio he comentado que Tomás se reactivó en su aspiración de suceder a Javier
Duarte de Ochoa y desde el mes pasado se mueve por todo el estado con el buen
pretexto de andar supervisando obras o anunciar inversiones en infraestructura
para el próximo año.
Entre tanta
información sobre todo por los escándalos políticos que ha habido,
prácticamente se perdió lo que dijo el pasado 25 de septiembre cuando fue a
montar guardia de honor ante el monumento a Hidalgo en el parque de Los Berros
en Xalapa.
Anunció
entonces que con una “visión renovada” se iba a acercar más a la sociedad “para
hacer de nuestro estado una casa común”. “Por eso, más allá de nuestras divergencias
y de nuestras diferencias, lo más importante es nuestra unidad”, proclamó y
puntualizó la necesidad de “reconocer todos los puntos de vista” ante los
desafíos del presente.
Planteó
construir un futuro “en el que los ciudadanos ejerzan sus
derechos sin cortapisas, cumplan con sus obligaciones, y contribuyan, en
libertad, con responsabilidad y esperanza al esfuerzo común por transformar el
estado de cosas”.
“Hoy el reto es recuperar la confianza de la
gente que no quiere que intereses particulares o visiones patrimonialistas en
el ejercicio del poder distorsionen el sentido del genuino servicio público”,
expuso y expresó que el apoyo popular se obtiene “cuando somos capaces de
transformarnos y ponernos en sintonía con los nuevos tiempos y con los nuevos
retos”.
Con mucho realismo señaló que Veracruz
debe resolver en concordia, con tolerancia y entendimiento los problemas que le
aquejan para estar en condiciones de dar respuesta más oportuna a las legítimas
demandas de la gente.
El titular de
la Siop necesita tener base para ser competitivo, pues es indudable que muy por
encima de él están en las encuestas los senadores José Francisco “Pepe” Yunes
Zorrilla y Héctor Yunes Landa, aunque éste ha comprometido su aspiración con el
pleito que trae con el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Es de entenderse que
por eso se mueve y es claro que tiene el visto bueno de su jefe, pues de otro
modo ya lo hubiera frenado.
Que se sepa,
a diferencia de Héctor, en quien ser el próximo gobernador es una obsesión (por
su edad acaso sería la última oportunidad real que tendría de llegar a serlo),
Pepe ni suda ni se acongoja respecto al tema (por su edad todavía le alcanza
para esperar sin problema hasta 2018 o hasta 2024), su gran aspiración es ser
gobernador por un periodo de seis años aunque acatará cualquier indicación que
le dé la dirigencia de su partido y lo que digan las “bases” tricolores
respecto a la gubernatura de dos años en 2016.
Pero por
ahora y durante quién sabe cuántos años más, que forzosa y necesariamente van a
rebasar los dos de la próxima minigubernatura, el gran problema de Veracruz, de
entre los grandes problemas, es el económico y financiero, y la administración
necesita gobernantes con el perfil de economistas y buenos administradores, más
que de políticos, o que combinen ambos perfiles, y Pepe, quien ahora preside la
Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, y Tomás, un economista,
financiero y fiscalista de carrera, son quienes más se ajustan a la necesidad
del momento, por lo que al PRI respecta.
Tomás planteó
ese 25 de septiembre que en un mundo en el que la conexión a través de internet
y las redes sociales es en tiempo real, el ejercicio de la política y la
conducción de la administración pública deben renovarse para servir mejor.
Con su visión
y experiencia como economista, dijo que en esta nueva realidad no basta ya la
política tradicional, sino que debe
complementarse con una visión de Estado, de administración y de diseño de
políticas públicas eficaces que eleven realmente el bienestar de los
veracruzanos, que otorguen una verdadera igualdad de oportunidades, para que
nadie quede rezagado.
Argumentó que el reto es conservar la
gobernabilidad democrática de Veracruz dando los pasos necesarios para
fortalecer el entramado institucional, renovar el pacto social y estar en
condiciones de iniciar un nuevo ciclo de crecimiento en lo económico, “con
responsabilidad y honorabilidad en lo político y justicia en lo social”.
Independientemente
de Tomás, de Pepe y de Héctor, el domingo en su columna “Bajo Reserva” El Universal le echó una flor al
exdiputado Alejandro Montano Guzmán insinuando que podría ser un factor de
unidad en momentos en que los senadores mantienen diferencias con el
gobernador.
Mientras que
Tomás sigue picando piedra y Héctor insiste en que quiere ser el candidato y el
próximo gobernador, habrá que estar atentos a la reunión de mañana entre Pepe y
Manlio Fabio Beltrones donde, se supone, no hablarán de la sucesión
gubernamental pero podría quedar perfilado el rumbo que tomarán las cosas a
partir de diciembre cuando se nomine candidato y se inicie una nueva etapa en
la vida política de Veracruz.
Pues sí, sí hay deuda con la UV
Hubo reunión-comida
ayer de un grupo de columnistas con la rectora de la Universidad Veracruzana,
Sara Ladrón de Guevara. Interesante fue conocer –y escuchar– más de cerca a la
rectora pero también a la antropóloga, a la esposa, a la ama de casa que tiene
“piso”, esto es, nos explicó, que no pierde el sentido de la realidad, que, por
ejemplo, como cualquiera da de comer a su perro y recoje “lo que hace”.
Era infaltable
hablar sobre el tema de la deuda del Gobierno del Estado con la casa de estudios
–quedó muy claro que sí la hay–, y de un tema se brincó a otro y a otro y a
otro, en un diálogo necesario y esclarecedor.
Iba preparada
para responder cualquier pregunta con un cuadernillo preparado ex profeso, pero
no hubo necesidad de que lo utilizara porque en mucho la plática derivo en su
papel como responsable al frente de la UV, en un diálogo muy cordial y sin
formalidades.
Se vio a una
rectora resuelta, que no evadió ni preguntas ni temas, que escuchó atenta
sugerencias, que dio explicaciones, que argumentó, que dio la mejor opinión de
la señora Margarita Zavala de las varias esposas de presidentes del país que ha
conocido y tratado. “¡Cuidado con ella!”, nos dijo en tono de admiración hacia
su persona.
Y no dejó de
hacerle un reconocimiento a su esposo Guillermo Heitler, por lo demás todo un
personaje, quien fue alto funcionario con los secretarios de Gobernación Manuel
Bartlett y Fernando Gutiérrez Barrios y con el primero también cuando fue
secretario de Educación y luego gobernador de Puebla.
La rectora se
hizo acompañar por Raciel Martínez, titular de la Dirección General de
Comunicación Universitaria, por el director de Medios de Comunicación, Édgar
Onofre Fernández Serratos, y por Eugenia Nuñez Castañeda, del staff de prensa, mi excompañera en la
Editorial de la UV.
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