Prosa
aprisa
“No hay historia, hay historias”
Arturo Reyes Isidoro
“Yo quisiera
decir del periodismo lo mismo que decía Carpentier de la literatura: nunca he
utilizado la pluma para herir; sólo creo en la literatura que construye, no en
la que destruye”.
Este
pensamiento guió durante toda su vida profesional y mientras escribió y publicó
al periodista Froylán Flores Cancela, uno de los mejores periodistas y
columnistas políticos que ha tenido Veracruz en su historia, acaso el mejor de
la segunda mitad del siglo pasado junto con Bartolomé Padilla que publicaba en El Dictamen.
Luis
Gástelum, escritor y periodista también, recordó ayer a Froy en un artículo que
publicó en el semanario Punto y Aparte, que
el pasado 2 de octubre cumplió 37 años y que fundó el Premio Nacional de
Periodismo.
Por ese
motivo, pero más que nada porque ayer cumplió 81 años de vida uno de los
referentes del columnismo político de Veracruz, durante un desayuno de la
familia Punto y Aparte le rendimos
homenaje al amigo, en mi caso particular a mi maestro de periodismo, a mi
mecenas, y a quien he llegado a considerar mi segundo padre a falta de mi padre
biológico muerto cuando yo era muy joven.
Gástelum
recordó que como una sentencia de su biografía, Froylán escribió alguna vez que
“No hay historia, hay historias”, y que también dijo que “Reescribir la
historia acaba siendo un retorno a la meta y una aproximación al final”.
Copio a
Gástelum: “Nació en Misantla un sábado del año de 1934. Y hoy por sus ojos
pizpiretos se asoma la vejez como un rocío de invierno. Aún así, lo primero que
denota su rostro es una paz moncal y lo realza cuando junta la yema de todos
los dedos de ambas manos y las coloca a la altura de la barbilla para devolver
su sentir del tema en cuestión. De hecho, su semblante taciturno lo envuelve un
halo de sacerdote prudente. Pero su verdadero sacerdocio es escribir y contar
historias, propias, oídas y leídas, para lo que se sirve de una memoria
prodigiosa, comparada con la del Memorioso
borgiano. Y su ministerio se extiende a opinar con mesura, sin aspavientos y
siempre fiel a sus principios. Nunca se le ha escuchado comentar algo que no
sea meditado una centésima de segundo antes de hablar. Pero su rostro de
clérigo de frente memorable impresiona por las pocas arrugas en una cara más
bien escurrida, de tristeza perenne, que remata en un mentón fresco y bien
rasurado, ya sin el bigote de antaño. Su corte natural de pelo, aunque sin
copete y un poco más ralo y aplanado, sigue siendo el del joven que aparece en
las fotos con don Rubén (Pabello Acosta) y el presidente López Portillo cuando
le entregó el Premio Nacional de Periodismo, con el poeta cubano Nicolás
Guillén en el puerto de Veracruz y García Márquez, cuando visitó Xalapa y lo
entrevistó y le confesó que como no caía
Pinochet volvería a escribir y su regreso sería Crónica de una muerte anunciada”.
Añado algunos
datos. A Froy lo llegó a buscar el mismísimo don Jesús Reyes Heroles en Xalapa
impresionado por su memoria, su inteligencia y su cultura política, y recuerdo
muy bien aquella mañana en que lo invitó a que viajara con él hacia el puerto
de Veracruz para tomarse un “caldo largo” de pescado y en cuyo trayecto
aprovechó para entrevistarlo de memoria porque Froy nunca usaba papel ni lapiz
menos grabajadora (todavía no se inventaban); como recuerdo también cuando el
presidente Carlos Salinas de Gortari lo distinguió visitándolo en la casa de su
familia en Misantla, una distinción que nunca más ha tenido un Presidente con
otro periodista veracruzano que yo recuerde; como recuerdo cuando él daba en su
columna “Glosario del Momento” del Diario
de Xalapa la primicia nacional de los gabinetes presidenciales y los
mismísimos famosos columnistas políticos de entonces Ángel Trinidad Ferreira y
Francisco Cárdenas Cruz –don Jesús Reyes Heroles los llegó a considerar
verdaderos politólogos–, que escribían la columna “Frentes Políticos” de Excelsior, le llamaban por teléfono a la
redacción del Diario para que les
confirmara los nombres que había dado antes que ellos; como recuerdo cómo lo
distinguía la entonces directora del periódico El Día de la ciudad de México y lo invitaba a colaborar el maestro
José Pagés Llergo en la mejor época de la revista Siempre!; como recuerdo cuando el gobernador Rafael Hernández Ochoa
le quiso hacer un homenaje por su Premio Nacional, y por sus méritos el
entonces rector de la Universidad Veracruzana, Roberto Bravo Garzón, le quiso
entregar un doctorado Honoris Causa, distinciones
que él rechazó con mucha humildad por no creerse merecedor de ellas no obstante
el personaje que era.
Festejamos,
pues, ayer a Froylán Flores Cancela, a quien acompañó su esposa Tita Guadalupe
Souza Escamilla y el actual director de Punto
y Aparte Bejamín Domínguez Olmos, así como amigos y colaboradores de la
publicación, que nos consideramos una familia y seguimos reconociendo a Froy
como nuestro guía. Dios lo conserve muchos años más. Soy mucho su hechura
profesional. Si algo tengo de bueno en este oficio se lo debo en gran parte a
él, quien además con su ejemplo personal me dio la mejor lección de humildad,
modestia y sencillez con la que trato de conducirme todos los días, y no quiero
dejar de reconcerlo públicamente.
El aumento, consumatum
est
Palo dado ni
Dios lo quita. Como se esperaba, por mayoría se aprobó ayer en la Legislatura
del Congreso local el aumento al impuesto a la nómina. Un amigo experto en el
tema me ilustró ayer. No va a proceder el amparo de los empresarios porque está
contemplado legalmente. Para él, el problema es de apreciación y del momento en
que se ha dado, esto es, desde 2013 tanto el Gobierno Federal como el Gobierno
del Estado y los gobiernos municipales pagan el 3% de ese impuesto en Veracruz,
pero desde entonces debió haberse hecho la homologación, porque a la Iniciativa
Privada se le dejó que siguiera pagando el 2%.
Pero nadie ha
explicado eso y tampoco se sensibilizó a los causantes que se consideran ahora
afectados. La apreciación es por la sospecha que se tiene de que no se hará
buen uso del recurso ,y el momento, por la crisis económica que hay en el estado por la falta
de pagos, la gran deuda que se tiene y la desconfianza que hay de los
empresarios de que no se quiere para otra cosa más que para pagar deuda,
pasivos, no para proyectos y lo demás que se ofreció.
Independientemente
de los aspectos técnicos y legal del asunto, lo cierto es que ha quedado muy
dañada la relación entre el empresariado veracruzano y el gobierno estatal, y
tendrá que actuarse con mucha transparencia si se quieren limar asperezas y
recobrar confianza y credibilidad. Pero no será fácil que se logre.
¿Cambios en el Gobierno?
Que estaría
por darse algún movimiento, posiblemente un enroque, en el equipo del Gobierno
del Estado, y que en 2016 estaría por volver a Veracruz, con apoyo del
presidente Peña Nieto y la iniciativa del exgobernador Miguel Alemán, la cumbre
económica de carácter internacional que creó en su gobierno y que se celebró en
el World Trade Center hasta que acabó con ella el entonces gobernador Fidel
Herrera Beltrán.
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