Prosa
aprisa
Ni un paso atrás en el periodismo
crítico
Arturo Reyes Isidoro
Como lo hice
el pasado 18 de enero con Héctor Yunes Landa, del PRI, ayer, a los postres de
una comida, le expresé al candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes
Linares, que esperaba de su parte respeto a nuestro trabajo, así como quienes
escribimos y publicamos lo hacemos con el que realizan los políticos.
A Yunes Landa
se lo expresé ante la presencia de compañeros columnistas cuando coincidimos en
un restaurante, cuatro días después de que el resto de aspirantes tricolores
había aceptado que él fuera el candidato único de su partido.
Miguel invitó
a un reducido grupo de columnistas a comer con él en un restaurante de
Coatepec, en el marco de un recorrido proselitista que realizó por municipios a
las faldas o aledaños al Cofre de Perote por el lado de Xico. Su respuesta fue
que la democracia implicaba el respeto a todas las libertades, en especial a la
del derecho a la expresión.
Lo hice a
título personal aunque le expresé que a lo mejor interpretaba también a mis
compañeros, ya que algunos hemos sido objeto de represalias desde el poder o de
ataques de gacetilleros a sueldo por nuestra línea periodística; o sea, que mi
inquietud era justificada. No sólo ofreció respeto a nuestra tarea sino que le
dio la bienvenida a la crítica. Por la mañana, según nos platicó, se había
reunido con otro grupo de periodistas del puerto de Veracruz.
Periodista
desde 1970, en Xalapa desde 1974, reportero que pasó por todas las áreas o
fuentes, desde las de sociales y la policiaca pasando por la de información
general y política hasta llegar a columnista; que fue corrector de pruebas y
ocupó los cargos de jefe de información, de redacción, de subdirector y
director de periódicos hasta haber fundado el Diario del Istmo de Coatzacoalcos con el periodista Rubén Pabello
Acosta, no dejé de evocar ayer los viejos tiempos cuando aún con nuestras
diferencias conviviamos políticos y periodistas sin que hablarle o reunirse con
el de la oposición fuera pecado o delito y no fuera objeto de represalias por
quien estaba y ejercía el poder.
A diario me
reúno y platico lo mismo con personeros del gobernador Javier Duarte de Ochoa
que del candidato priista Héctor Yunes Landa, y con Miguel Ángel Yunes Linares
había tenido encuentros casuales o me había llamado por teléfono, pero hacía ya
varios meses que no nos veíamos en persona. El viernes pasado muy temprano por
la mañana Miguel me había expresado vía telefónica que le gustaba y respetaba
el pluralismo periodístico ejercido con equilibrio.
Ayer, entre
tantos temas que se tocaron –no hubo exabruptos de su parte, ni para Héctor ni
para Duarte, aunque no dejó de comentar errores que a su juicio están
cometiendo o de hacer críticas al estado de cosas que se están viviendo en
Veracruz–, señaló también la necesidad de meter orden y recomponer la relación
con la prensa, con los verdaderos periodistas, a partir de nuevas bases.
Entre las
cosas que comentó –fue reacio a dar detalles de cifras de encuestas– fue que en
el recorrido que realiza le queda claro que el principal problema del que se
quejan los veracruzanos, lo mismo del norte que del centro y del sur del
estado, es el de la inseguridad, por encima de la corrupción. Habló de su buena
relación con el senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla, de quien dijo que
“nada nos va a dividir”, de los encuentros que ha tenido con el presidente Peña
Nieto pero también de su buena relación con funcionarios de primera línea como
Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso, cuyo apoyo, expresó,
necesitará el nuevo gobierno para sacar adelante a Veracruz.
Al final del
actual sexenio, las circunstancias han hecho que el Gobierno haya terminado por
perder el control que ejercía sobre los medios tradicionales, aunque al margen
de ellos como empresa desde hace un buen tiempo en portales surgió en Veracruz
un periodismo crítico, contestario, plural, independiente, a lo mejor algunas
veces equivocado pero que ejerce con libertad su ejercicio y señala y denuncia
y dice su verdad, un periodismo que comulga con la concepción que tiene de él
Martin Baron, director del Washington
Post, quien afirma que: “El periodismo es pedir cuentas al poder”.
Yo sí deseo
que vuelvan los viejos tiempos, llegue Miguel Ángel o llegue Héctor al Palacio
de Gobierno, para que bajo nuevas reglas pero como en antaño podamos sentarnos
a la misma mesa políticos y periodistas con respeto a nuestro propio modo de
pensar y de decir las cosas, y poner por encima de nuestros intereses los de
los veracruzanos, los de los ciudadanos, los de nuestros lectores. Cuando digo
que las circunstancias han jugado ahora para que los medios tradicionales se
hayan quitado o estén quitándose la tutela del Gobierno más el terreno que
hemos ganado y consolidado quienes hacemos periodismo crítico, independiente,
plural, es hora de decir ni un paso atrás.
¡Nombres!, diputada, ¡nombres!
Denunció ayer
la diputada local del PRI, Gladys Merlín Castro, que
uno de sus homólogos en el Congreso del Estado los extorsiona para no
golpearlos políticamente a través del medio de comunicación del que es
propietario (José Topete, alcalorpolitico.com).
“Mencionó que existe un caso de acoso en el
sentido de chantaje, ya que dicho diputado por tener un medio de comunicación,
‘se quiere convertir en el amo y señor de las vidas de quienes se dedican a
ejercer el servicio a través de la política’”. Según ella, “chantajea
solicitando recursos económicos para que tengamos inmunidad, o mejor dicho para
protección”.
Al terminar la sesión le preguntaron si se
trataba de Eduardo Sánchez Macías, del PVEM, propietario de varios periódicos,
uno de ellos El Heraldo de Coatzacoalcos,
de cuya zona es la diputada, pero no dijo ni sí ni no aunque ofreció revelar el
nombre en la próxima sesión el 3 de marzo.
Sea quien sea, esos parásitos dañan la imagen que
muchas veces se tiene de los periodistas, los de verdad. Son mercachifles a los
que hay que denunciar. Ensucian nuestro oficio. Diputada, le ofrezco este
espacio para que dé nombres y detalles. Y pensar que en manos de este tipo de
extorsionadores está el Congreso del Estado. Si chantajea a sus propios
compañeros, qué nos podemos esperar de él los ciudadanos de a pie. Pero no
tiene la culpa el indio.
Creemos en la fiscalización: Duarte
Publiqué ayer
que cuando despaché mi columna el miércoles por la noche –ya eran después de
las diez de la noche– no había habido ninguna reacción oficial del Gobierno del
Estado respecto a los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF)
sobre la Cuenta Pública de 2014, pero también de la de 2011 al 2013 más otros
pendientes.
Ayer, fue el
propio gobernador Javier Duarte de Ochoa quien en una entrevista con reporteros
del puerto de Veracruz le entró al toro por los cuernos. Apuntó que la ASF está
en el uso de sus facultades y atribuciones, pero que Veracruz
acaba de ser reconocido como la quinta entidad más transparente de todo el
país, “y en ese mismo sentido todo lo hacemos del conocimiento público”.
Según dijo, en su gobierno “no hay secretos ni nada oculto, y en ese
mismo sentido, los órganos fiscalizadores tanto del estado como de la
Federación tienen algunas dudas, algunas observaciones, lo que no significa que
se haya hecho mal uso de los recursos”.
Expresó que simple y llanamente son observaciones que tienen que ser
aclaradas y en su caso solventadas “como lo hemos venido haciendo y cuando el
órgano fiscalizador determina que no está satisfecho con estas explicaciones de
lo que significa el uso y el destino de los recursos, está en todo su derecho
de presentar denuncias mismas que hemos venido también atendiendo en las
instancias correspondientes en donde se han solventado todas y cada una de
ellas y se han aclarado”.
Y como diciendo así por las buenas sí, concluyó: “Así que Veracruz
respeta totalmente los procesos de fiscalización, creemos en ellos, de hecho
venimos trabajando de la mano de la Auditoria Superior de la Federación, como
en un comunicado acabamos de anunciar en unos instantes y estamos dispuestos a aclarar
y a solventar todas y cada una de las observaciones que se establecen”.
Carlos Brito, de plácemes
La tarde de este viernes Carlos Brito Gómez celebrará su cumpleaños en
su domicilio particular en Xalapa, como lo hace todos los años, con un grupo de
la clase política así como de columnistas. Invitados especiales son el gobernador
Javier Duarte de Ochoa, Héctor Yunes Landa, José Francisco Yunes Zorrilla y
Felipe Amadeo Flores Espinosa. Habrá casa llena.
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