PLANA MAYOR
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Tregua del crimen por el Papa
Gaudencio García Rivera
Alguna poderosa razón debe
tener el gobierno federal para no sofocar a la entidad veracruzana que se
encuentra, prácticamente, incendiada, copada, acorralada y a merced del crimen
organizado. La corrupción policiaca en las altas esferas, impunidad,
burocratismo y ceguera del poder público, han convertido a Veracruz en un
estado sin ley, en una tramoya.
A unas horas de que arribe a
México el papa Francisco en su gira pastoral para constatar el otro México de
carne y hueso —el 266 antecesor de San Pedro, el hombre del báculo—, la
sociedad civil y ciudadanos de a pie se mantienen en la incertidumbre y zozobra
por la plaga de la narcoviolencia en la entidad. ¿Qué hará el gobierno de
Veracruz para contener la presión violenta y bárbara de los cárteles de la
droga, principalmente las células de Los Zetas?
¿Permitirá que los capos del
crimen organizado en los cinco días que recorrerá el papa Francisco en igual
número de localidades de los estados y la propia Ciudad de México, que
desafortunadamente la cúpula clerical no incluyó a Veracruz, continúe
provocando baños de sangre en las rutas aciagas del Pánuco hasta el Tonalá?
La ejecución de inocentes de
todos los estratos sociales, el plagio de jóvenes, la aparición de fosas
clandestinas, la inseguridad en carreteras y el secuestro y muerte de
periodistas, como el caso de la joven reportera Anabel Flores Salazar de
Orizaba, el 9 de febrero, han sido el acabose en el preludio de 2016, el
Waterloo del gobierno duartista.
Estamos ante un estado
disfuncional que el gobierno federal se niega a reconocer en su justa
dimensión, donde el Estado de Derecho se rompió y el imperio de la ley es una
parodia. Es injusto que los ciudadanos, los mandantes, la sociedad civil,
tengamos que pagar justos por pecadores por una pésima percepción del gobierno
de Peña Nieto. Veracruz se está hundiendo en el fango. Los miasmas escurren de
la caja de Pandora en toda su expresión.
La sociedad ha quedado en
estado de disfunción ante el poder fáctico que representa el crimen organizado,
que desestabiliza la paz social, el orden público y la concordia en las
principales plazas del estado que están focalizadas por el Sistema Nacional de
la Secretaría Ejecutiva de Seguridad Pública.
La intervención del gobierno
federal en Veracruz ha sido timorata, ladina y oprobiosa porque no ha puesto
orden e institucionalidad, mediante el envío de mayores brigadas de la
Gendarmería Nacional, del Ejército Mexicano, de la Marina y de la Policía
Federal de la PGR para blindar la entidad de los grupos criminales y descabezar
a los principales líderes de los cárteles que operan impunemente en la
geografía veracruzana.
El clamor y reclamo de la
sociedad civil para sanar y depurar los cuerpos policiacos de la SSP, de la
procuración y administración de la
justicia, han sido gritos en el desierto porque el gobierno de Peña
Nieto actúa con una candidez miopía. ¿Qué harán los gobiernos federal y estatal
para contener el crimen organizado?
¿Habrá una tregua de las mafias
para contener sus bajos instintos de la barbarie en Veracruz para no opacar el
recorrido pastoral del papa Francisco, o continuarán con las orgías de sangre
para desafiar el Estado de Derecho?
La mayoría de los capos de
la violencia, del trasiego de armas, de tratas de blancas, de inmigrantes y de
drogas, por nacimiento son católicos, algunos siguen profesando la fe católica,
entonces se podría interpretar o llegar a la hipótesis que guardarían sus armas
de alto poder para darle certidumbre al viaje pastoral del vicario de Cristo.
Pero la verdad ¿quién sabe
qué táctica o estratagema nos tengan reservada para el viernes 12 cuando arribe
a México Francisco Bergoglio, el papa Francisco, quien por cinco días tendrá
actividades en la Ciudad de México, Ecatepec, Estado de México, Michoacán, San
Cristóbal de las Casas, Chiapas y Ciudad Juárez, Chihuahua?
En los cinco estados que
recorrerá el pontífice estará resguardado por elementos del Estado Mayor
Presidencial, la Policía Federal de la PGR, Ejército mexicano, Marina y la
Gendarmería Nacional, para salvaguardar la integridad física de su santidad el
papa Francisco y su comitiva.
Por ello el rastreo que
efectuaban las fuerzas castrenses para localizar a tres de los cinco jóvenes
que fueron plagiados por la Policía Estatal de la SSP en Tierra Blanca, se
suspenderá temporalmente hasta la retirada del dignatario religioso, el
miércoles 17. La seguridad pública de Veracruz se encuentra sostenida en
alfileres, catalogada como un estado disfuncional.
¿El crimen organizado
declarará la tregua en el estado por la visita papal en México? ¿Qué hará el
gobierno de Veracruz para contener el pandemónium de la narcoviolencia? ¿Podrá
recuperar la credibilidad ciudadana para recomponer el estado? Si se deja a un
lado la soberbia, el egocentrismo y la obcecación, podría generarse la
reconciliación si antes con humildad pide Javier Duarte “perdón” a los
agraviados, que son muchos. Pero eso parece estar en China. Comentarios a gau41@hotmail.com
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