Místicos y Terrenales
·
Dos párrafos, la respuesta a medios
internacionales
·
Planteada la renuncia de Peña
Nieto
·
Exigida la renuncia de Javier
Duarte
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
La indignación por el asesinato de Rubén
Espinosa y cuatro mujeres más, ha recorrido el mundo y se ha plasmado en múltiples
idiomas… y en todos destacan las amenazas que Rubén Espinosa había sufrido.
A cambio de ello el gobierno del estado
de Veracruz se quedó pasmado y emitió unas tímidas declaraciones, ante el
homicidio de Rubén Espinosa, y por el ataque a las oficinas del semanario
Presente, de Poza Rica.
El nuevo secretario de gobierno de la
entidad, Flavino Ríos, no supo que decir, mientras Javier Duarte de Ochoa
vacaciona en algún lugar del planeta, muy, muy lejano de Veracruz.
Del caso de Rubén Espinosa El País, de
España cabeceó: Asesinado en México un fotoperiodista que había recibido
amenazas. La violencia contra la prensa en México.
The Guardian, del Reino Unido, puso:
“Mexican photojournalist Ruben Espinosa found dead in capital” (El
fotoperiodista mexicano Rubén Espinosa encontado muerto en la capital)
The New York Times, por su parte apuntó
“Mexico News Photographer Found Slain in Capital” (Fotógrafo de noticias de
México es encontrado asesinado en la capital)
Estos periódicos en inglés tomaron la
nota de la agencia Associated Press
El Mundo, de España, con el cable de AFP
destacó “Periodista amenazado aparece muerto en apartamento de Ciudad de
México”
Breitbart, de Houston, Texas, en cambio
colocó “Photojournalist found dead in Mexico: Feared Mexican governor”
(Fotoperiodista encontrado muerto en México: Se presume lo hizo gobernador
mexicano).
La BBC, de Londres, cabeceó: Mexican
photojournalist Ruben Espinosa found dead
El caso también destacado por El Heraldo,
de España; The Washington Post, el Dear Spiegel, de Alemania; Le Figaro, de
Francia; la cadena Univisión de Estados Unidos y para Latinoamérica; O Blobo,
de Brasil; la cadena Russian Today, de Rusia; la televisora Novosti, de Rusia;
El Nuevo Diario, de Costa Rica; y la cadena televisiva TeleSur de Venezuela; las
agencias de noticias internacionales France Press y UPI; CNN internacional; entre
muchos otros.
Pueden ser centenas de medios, y el
cuestionamiento principal fue hacia el gobierno de Enrique Peña Nieto, incluso
planteando en algunos artículos la necesidad de su renuncia, lo que a su vez
repercute en que se vislumbre la salida de Javier Duarte.
De hecho, durante las manifestaciones
reclamando justicia para Rubén y las mujeres asesinadas, el reclamo unánime en
todo el país fue que renuncie Javier Duarte.
Incluso a Xalapa llegó Paco Ignacio
Taibo, para sumarse a la protesta.
El caso del semanario Presente implicó el
señalamiento directo del alcalde de Papantla, Marcos Romero Sánchez, pues su
escolta de apellido Lemus, y hermano del comandante de la policía de ese lugar,
amenazó a un reportero del Presente con matarlo y le dijo que solo estaba
esperando la orden su jefe.
Rubén Espinosa salió de Veracruz el 9 de
junio, dejando su casa, sus corresponsalías, sus amigos y hasta su perro, por
temor hacia su vida.
Desde hace 8 años escogió Xalapa para
trabajar y volvió al Distrito Federal en un autoexilio; su idea era regresar “cuando el estado dé condiciones para poder trabajar”.
En una entrevista que publicó SinEmbargo.mx,
dijo “no quiero que exista un número 13 y 14”, de periodistas asesinados:
“Es triste pensar en Veracruz, no hay
palabras para decir lo mal que está ese estado, ese gobierno, la prensa, y lo
bien que está la corrupción”, apuntó sobre una tierra a la “cual –dijo- quiero
muchísimo”.
La muerte escogió a Veracruz, la muerte
decidió vivir ahí, señaló enfático en esa entrevista.
Su cuerpo fue encontrado junto con
cuatro mujeres que también fueron asesinadas, entre ellas, según las primeras
identificaciones, Nadia Vera,
activista de YoSoy132 Xalapa y Yesenia Quiroz Alfaro,
estudiante colombiana.
Las mujeres estaban semidesnudas y presentaban
huellas de tortura y violación, al parecer con un objeto metálico.
Nadia Vera era egresada de la carrera de
Antropología Social de la Universidad Verarcruzana, originaria de Chiapas, y el
activismo que desplegó en su tiempo de estudiante lo mantuvo después.
Era amiga de Rubén Espinosa y se encontraba
de visita en el Distrito Federal.
El Procurador de Justicia del Distrito
Federal, Rodolfo Ríos Garza, refirió que los cinco cuerpos mostraban golpes en
diversas partes del cuerpo, y un disparo en la cabeza.
Cuando le preguntaron sobre las amenazas
hacia Rubén, insistió en decir que estaban investigando todas las líneas; no
las descartó.
Rubén salió de Xalapa el 9 de junio, después de que dos días antes fue acosado por
desconocidos.
Ese día sobre las 9 de la mañana salió a
trabajar y una persona lo observó detenidamente. Regresó a su casa y sobre las tres
de la tarde volvió a salir y en la esquina de la cuada de su casa había tres
sujetos en un taxi, que tenía el motor prendido. “No quise mirarlos porque noté
la presencia muy insistente. Pude identificar a uno. Saqué mi teléfono para
anotar sus señas”, en eso llegó el taxi que esperaba y cuando volteó a ver a
quienes le vigilaban le tomaron una fotografía.
Su apreciación fue que esos “tipos mal
encarados, no eran de ahí, de Xalapa”, pues tenían pinta porteña. “Ahí me di
cuenta que era el mismo que vi en la mañana”.
Por la tarde el acoso se repitió y
cuando iba rumbo a su casa vio a dos tipos caminando hacia él, en actitud
violenta: “se vienen y no se quitaron. Yo me pegué a la pared, y uno de ellos
me pasa cerca, sentí su respiración. Me puse de lado, no lo seguí con la
mirada, seguí mi camino, volteo y me están viendo. Iban de negro”.
Después de eso decidió regresar al
Distrito Federal
En el 2013 fue golpeado cuando se dio un
desalojo de maestros en la Plaza Lerdo; fue también de los impulsores para que
se creara la Comisión para la Atención y Protección a Periodistas, “que no
sirve de nada”.
También fue impulsor de que se colocase
una placa en la Plaza Lerdo, para renombrarla “Plaza Regina Martínez”.
En el desfile del 20 de noviembre de ese
año, Rubén cubrió el momento en que un grupo de estudiantes eran agredidos y en
esa ocasión uno de los integrantes de la Ayudantía del gobernador lo tomo del
cuello y le dijo claramente: deja de tomar fotos si no quieres terminar como
Regina.
El recuerdo del homicidio de Regina
Martínez estaba fresco, pues la habían matado apenas el 28 de abril de ese año.
A Rubén comenzaron a bloquearlo en su
trabajo periodístico desde el 21 de septiembre del 2011, al día siguiente de
que 35 cuerpos fueron tirados frente al monumento de los Voladores de Papantla
en Boca del Río.
Ese día Reynaldo Escobar iba a dar una
conferencia de prensa y personal de Comunicación Social le dijo “qué hacía ahí, que yo no tenía nada que hacer y que estaba
estorbando. Entonces de ahí comenzaron a tomarme fotos por parte de la gente de
Gobierno del Estado”.
El acoso, las amenazas y el bloqueo
para su trabajo, fue real.
Y se convirtió, como no quería, en el
14 periodista asesinado.
¿Los místicos que hacen?
Los terrenales del periodismo estamos de
luto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario