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lunes, 4 de agosto de 2014

¿Hay economía ciudadana?




LA MENTIRA DURA MIENTRAS LA VERDAD NO LLEGA, LA ECONOMÍA MEXICANA POR LOS SUELOS Y EL POLÍTICO DICE QUE ESTÁ BIEN.                                                  J. L. L. O.

      Quienes aún tienen hijos pequeños en edad escolar andan en las casas de empeño dejando hasta los enseres domésticos, sobre todo aquellas familias en las que tienen más de dos hijos, esos al momento actual ya no saben ni como se llaman, piden en donde puedan pedir con tal de poder cumplirles a sus hijos, el día de entrada a clases está a la vuelta de la esquina, y saben esos padres que el llegar sus hijos sin útiles completos es empezar a la burla de los demás alumnos, sobre todo porque los maestros tienen ya como costumbre ridiculizar al alumno que no llega con todos los útiles encargados, ni que decir respectos a los uniformes, incluso existen planteles educativos que, si el alumno no llega con ese uniforme sencillamente no le dejan entrar a la escuela. Desde ahí empiezan ahora con el famoso BULLYING, que no es otra que el acoso escolar, bien entre alumnos o bien entre los mismos maestros que, quizá sin darse cuenta, son los que le propician poniendo al alumno en vergüenza delante de los compañeros por no poder llevar completos todos y cada uno de los útiles y uniformes exigidos, bien por el plantel o bien por los maestros. Es desde ese momento donde para muchos de esos alumnos empieza su calvario. Debemos de recordar que la infancia es la época más violenta del humano, es cuando hacemos más daño sin, muchas de las veces, darnos cuenta de ello, la niñez carece del raciocinio para el entendimiento veraz de lo que es bueno o lo que es malo, de ahí que, desconocedores de la maldad de nuestras acciones sobajamos al compañero (a) y de ahí se llega al maltrato con los golpes , aunado a ese comportamiento viene la despreocupación del mentor que para evitarse complicaciones con los padres no intervienen en  la conducta agresiva de la niñez.


Retorno escolar y alimentos

En los días de ayer no existían ese tipo de problemas, los maestros estaban autorizados en cuanto a las reprimendas hacia los educandos, tenían el derecho de darnos reglazos y jalar nuestras patillas si el caso lo ameritaba, y lo mejor del asunto estaba en que, si llegábamos a la casa llorando o quejándonos de que el maestro nos había corregido con regla y cintos, nuestros padres, sin más explicación nos terminaban de surtir con el consabido; si te pego el maestro fue porque te portaste mal, a la escuela vas a aprender y no a portarte mal y ni faltarle al maestro. Mire usted hacia atrás del tiempo, había menos delincuencia, drogas y demás vicios entre la juventud era cosa de una entre miles. La corrección salía desde casa y llegaba uno a la escuela con el consentimiento para los maestros de corregirnos como el entender de ellos se diera. Cierto que algunos de esos maestros abusaban las facultades y se extralimitaban en sus acciones, pero ninguno de los que estudiábamos con ellos íbamos a casa para quejarnos de ese maestro pegalon, los había quienes se hacían famosos por su varita de palo de zapote, duro como la piedra, o por su cuartita de cuero que como ardía.


Muy raro era el maestro que, en las horas del recreo no estaba en el patio escolar para ver que hacíamos los chamacos, como jugábamos y como nos empujábamos en los juegos, los que sobrepasaban los límites eran aplacados inmediatamente, los más rijosos nos llevaba el maestro a la dirección como castigo, y si el caso lo ameritaba nos dejaban hasta que los padres o algún familiar de respeto venia por nosotros, lógicamente ahí se daban las quejas y ya en casa, reprimenda o cinturón de castigo. Quienes somos del medio siglo pasado nos debemos de acordar muy bien cómo eran esos tiempos, y viene la pregunta: ¿Cuántos que somos de aquellas épocas estamos locos, cuántos de nosotros somos delincuentes, somos parte de las mafias o drogadictos?. En aquellas épocas, tanto los maestros como padres se encargaban de enseñarnos valores morales que hoy, por desgracia, están en desconocidos o fuera de seguimiento. Recuerdo que los maestros de primaria, el que más llegaba era a una bicicleta, solamente los que podían conseguirse una catedra en la universidad u otra escuela podían aspirar a comprarse un carrito, las más de las veces de segunda mano, los más andaban a pie y con zapatos hasta con sus hoyitos en las suelas. Aunque ustedes sean escépticos al respecto, aquellos maestros eran auténticos apósteles de la enseñanza, cada uno de ellos vivían en una medianía que iba casi en la pobreza, y sin embargo a ninguno le veíamos con el entrecejo fruncido cual decepcionado de su labor, siempre con su frente a lo alto mirando a padres y alumnos con el orgullo propio de su profesión, cuando recibían un corte de pantalón su rostro se iluminaba de un contento sincero, y les veíamos estreno de pantalón y él mismo nos decía de quien había recibido ese corte de pantalón.



Mi primaria fue en la escuela MACIAS, donde estuvieron muchos de los que hoy son hasta líderes de universidades, (saludos Papo, Ramos) y otros que hasta alcaldes han sido tanto del puerto como de ciudades circunvecinas, pero que de aquella época alguno este en los anales de la delincuencia no he visto ningún nombre, y créanme que la educación se metía con cinturón y reglas, y a todos ellos les recordamos con cariño, y ya adultos, cuando por la calles les veíamos el saludo era, amén de respetuoso, con el cariño sincero de ver aquel mentor que supo brindarnos sus enseñanzas. La cauda de maestros de aquellos años vino a menos con la era sindical, fue cuando todos ellos empezaron a pugnar por hacerse líder de tal o cual sección y, llevando con ellos a sus lame suelas las cosas cambiaron para mal.


Ropa, calzado y uniformes


Creo que cambiamos drásticamente el punto a tratar, pero valió la pena recordar, aunque sin exponer nombres porque habría inagotable el papel, aquellos años en los que nadie le hacía el hoy famoso bullying al compañero y los mentores eran auténticos apósteles de la enseñanza. El tema principal están cifrado en las carestías de todo lo concerniente a éste regreso a clases, cuando en el ayer se podía entrar a la escuela hasta con papel de traza para escribir y los maestros no nos sacaban del salón de clases, compañeros que iban sin calzado, es decir descalzos y eran admitidos sin ningún repudio y menos burla por parte de maestro ni compañeros alumnos, incluso esos eran de los más aplicados y ejemplo de los demás por su dedicación al estudio, y creo que como ya están bostezando dejamos a ustedes como siempre sus correos demás con gusto. http//.crucero-politico.blogspot.mx  loyocrucero@hotmail.comloyocruceropolitico@yahoo.com.mx  ,  Twitter @LoyoOchoa Facebook loyocrucero y esperemos que muy pronto podamos poner a sus órdenes su portal de internet cruceropolitico.com.mx y/o cruceropolitico.mx agradeciéndole haber permitido exponerle el viacrucis familiar por la entrada a clases de los nuevos alumnos.        

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