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jueves, 24 de abril de 2014

Veracruz Orgullo de México


            Sin duda alguna nuestro PUEBLO es grande, inmenso de corazón y más bello que todos los amaneceres soleados o que una benéfica lluvia al campo, los nacidos y criados en éste hermoso girón de México fuimos beneficiados por un halo divino, no todos tienen la gloria de nacer en una tierra tan pródiga EN TODO, lastimosamente no es posible en el humano el tener conocimiento amplio y profundo del concepto del agradecimiento y ahí es, sin lugar a dudas, donde se pierden los encantos, mi Veracruz, con una grandeza de las que muy poco se observan en el globo, una tierra que tiene todo y de todo, donde para saciar el hambre el porteño solamente tenía que meter la mano al mar o alcanzar de árbol una fruta, para saciar su sed bastaba con sacudir una palmera. Pero si ello les parece poco permítame usted decirle como era el Veracruz que, a mis pasados sesenta años de vida los recuerdos nos hacen añorar aquellos años idos. Entre nuestra gente, la auténtica gente de ésta patria chica poseía algo que hoy se desconoce, incluso creemos fue borrada de todos los diccionarios del mundo. EDUCACIÓN, RESPETO, DIGNIDAD, SENCILLEZ y, lo que pueda ser más importante, auténtico AMOR POR SU TIERRA, lamentablemente hablamos de esos años de nuestros abuelos, cuando en nuestra patria chica quienes poblábamos éste girón de tierra éramos auténticos veracruzanos, pasada la década de los años sesenta arribaron a ésta tierra gente de otros estados, personas carentes de esas virtudes escritas arriba, su único afán consistía en hacerse de unos centavos para volver a sus tierras, y aunque aquí nacieron sus hijos, su idea era la misma, ello hizo el cambio en mi Veracruz.


Gente de gran corazón 

Antes de ello en el puerto no se conocían los enrejados en puertas y ventanas, y eran tan grandes las ventanas que parecían puertas, siempre abiertas para que la casa se ventilara y sin vigía que las cuidara. Estas anécdotas creo ya las hemos expuesto en otras ocasiones, sin embargo, los festejos últimos nos hacen volver a mencionarlas, a las puertas de casas y ventanas se mecían sillones estilo tlacotalpeños, los cuales quedaban muchas veces por la noche y ahí amanecían, otra costumbre era dormir en un petate a las puertas de la casa y nadie se metía a robar, y cuando había algún robo, el mismo día el cuerpo de policía daba de inmediato con el ladrón, siendo éste exhibido con la escoba barriendo la ciudad con la finalidad de que todos vieran que era un raterillo, el cual, cumpliendo su condena optaba por irse de la ciudad dado que, a su paso todo mundo le señalaba como ratero. Las amas de casa salían al mercado dejando sus puertas abiertas, pedían a sus vecinas echaran ojo a la olla de los fríjoles y, a su vez, las vecinas les encargaban trajeran algo para su comida, el tiempo, como podemos observar, de los años sesenta en adelante cambio de forma cruel y drástica, nuestro terruño dejo aquella tierra de veracruzanos para convertirse en centro de sin fin de extraños a nuestro rinconcito de playas y arena. No olvidemos a la Huaca, en donde su gente cogió fama de hierberítos, pero aunque lo dude, era gente trabajadora de honor y honestidad, muy respetuosa con todo el ciudadano.


Nuestra avenida Independencia estaba formada por; loncherías o cafeterías de chinos, de la calle Rayón hasta Esteban Morales, entre ellos se mezclaban los negocios de ropa que la mayoría eran de judíos y uno que otro español muy pocos éstos últimos ya que la mayoría de ellos (los españoles) se dedicaron a las tiendas de abarrotes y distribución  de semillas y víveres. ¿Y las juventudes?, ¿Y la niñez?, ¡Que tiempos señor Don José!, para empezar, por donde anduviera uno nos conocían, así que el portarse mal era imposible, y decir mal dice uno las travesuras de chamacos y jóvenes de aquella época, era tal el respeto que se tenía a las personas mayores que, si alguna persona nos veía fumando nos podía tirar el cigarro de un bofetón, y ni pensar quejarse con los padres, cuando llegábamos casa ya teníamos ganado el castigo, bien cintarazos y nalgadas, ya alguien les había ido a decir lo que hacía uno con los amigos y quien nos había tirado el cigarro de un bofetón. El camionero era un conocido de todos igual que el tranviario y el taxista. Para esto, por aquellos años el líder de los camioneros era Don Pedro Ajax Góngora, y para que éste señor diera el visto bueno de chofer de camiones a alguien, primero tenía que pasar un tiempo en los talleres y luego un año como ayudante de chofer, y cuando ese chofer le daba el visto bueno entonces era cuando podía subir al rango de chofer, pero durante un buen tiempo el chofer que le dio el visto bueno iba a su lado mirando que demostrara ser apto para el puesto. Aún vive uno de aquellos hombres que se hicieron con Don Pedro, Ramón Cano, y puede decirle a quien tenga duda de lo expuesto, si decimos verdad o estamos inventando el hilo negro, Ramón salió de aquellas viejas enseñanzas de un Don Pedro Ajax.


¿Y las generaciones actuales?

Aunque muy poco tiempo, pero estamos ciertos que, tanto como el gobernador como el alcalde porteño les tocó algo de aquellos hermosos tiempos, Javier Duarte nació y vivió su primera infancia aquí en el puerto, y Ramón Poo ni se diga, a ambos todavía les toco tener la escuela materna en cuanto a la educación y el respeto hacia las personas mayores, en la memoria de ambos deben de tener guardadas aquellas enseñanzas. Yo fui criado en aquel callejón De la Campana y con mi abuela materna en la calle de Canal esquina Nacozari, en el mero centro del puerto, mi niñez y juventud se desarrollaron en el corazón del puerto, y ya un poco crecido mi espíritu aventurero me aventó cual hoja al viento por el mundo, sin embargo siempre lleve conmigo aquellas enseñanzas de mis padres y abuelos, ya de padre de familia creo pude transmitir dichas enseñanzas a mis hijos, y junto con mi esposa que la familia de ella también era veracruzana y con la misma educación, hemos podido hacer de ambos hijos gente de bien, profesionistas educados a la antigüita, aunado a ello que bien educar a los hijos debe de llevar de la mano el ejemplo, según el ejemplo que los hijos vea en sus padres, sin duda alguna será el camino que ellos escojan a seguir, al menos esa fue siempre mi teoría y creo no haber errado. Quizá ya en éstas líneas este usted bostezando de aburrimiento, pero para festejar tiempos memorables creo debemos de acompañarlos con los recuerdos de lo bueno que nos supieron enseñar nuestros padres y abuelos, cosas que a la fecha van perdiéndose cual agua que corre por los ríos, y esas cosas del ayer muy difícilmente las podremos volver a vivir, y ya le paramos antes de que se me duerma y les dejamos como siempre nuestro blog, correos de demás hierbas para tratar de servirles en los se pueda pero sobre todo nos permitan. http://crucero-politico.blogspot.mx       loyocrucero@hotmail.com  ,  loyocruceropolitico@hotmail.com.mx , twitter @LoyoOchoa y Facebook  loyocrucero , deseando que éstos festejos de un desgracia hayan sido feliz.   
                                             

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