CUANDO HABLAMOS DEL VIVIR CREÉMOS QUE NUESTRA ESTADÍA SERÁ ETERNA Y NO NOS PREPARAMOS PARA LA PARTIDA QUE VIENE SIN AVISAR. J. L. L. O.
Francisco Loyo Ramos acaba de tomar su último tren, ese último viaje a donde
ningún ser humano jamás ha vuelto, pero a diferencia de muchos que han salido
en ese viaje sin retorno, Panchito si deja una estela de recuerdos, los más de
ellos gratos para todos aquellos que tuvieron la ocasión de conocerle, y más
para quienes supieron tener la amistad sincera del amigo, un hombre que supo
andar por ésta vida cultivándose siempre, y lo mejor, que ayudo a muchos a
saber cultivarse con el estudio, esa etapa en la vida deja mejor recuerdo que
los que puedan dejar entre aquellos amigos de copas y francachelas y juergas
sin fin. Antes que nada permita usted aclarar algo, entre el finado y éste
servidor existía parentesco, aunque un ex gobernante un día le pregunto allá,
en Legislativo local a su manera socarrona y burlona, que si el que escribe era
su pariente, a lo que Panchito sin prisas le respondió que sí, en efecto,
entonces ese oriundo de Nopaltepec le dijo que éste pariente (léase yo) era de
los Loyo pobres, Panchito solamente sonrió sin hacer eco de ese petulante que
ya sufrió amnesia en cuanto a sus orígenes, ahora no recuerda que cuando descalzo andaba vendiendo dulces en los
trenes que iban de paso por su natal tierra, hoy ya se codea con los millonarios,
con esos que han hecho millones a costa del erario sin el mínimo de vergüenza,
pero eso es, para éste servidor pecata minuta, es decir, la burla la hemos
tomado siempre como la demostración de poca valía de quien la emite, es decir
la dejamos al viento, lo que viene sin valor y no deja dejarlo. Afortunadamente
nunca hemos pertenecido a la clase política, seguro que quizá también habríamos
amado al billete fácil como es común entre la gran mayoría de esos que ahora
son millonarios.
3 hermanos Loyo a México
Ahora bien, permita usted
contarle una breve historia de los Loyo en México, a éste ahora nuestro país
llegaron TRES hermanos Loyo, uno se quedó en la Península de Yucatán, de él no
sabemos cuanta descendencia exista, el siguiente se aposento en la zona de la
Cuenca. y el tercero en la zona de San Juan Coscomatepec. Olvidamos decirles,
los hermanos Loyo venían de la madre patria, es decir de España, concretamente de
Aragón. Y bien, esos tres hermanos Loyo quedan solamente en dos, el de la
Cuenca y el de San Juan Coscomatepec, y como buenos españoles, para no perder
su sangre ni su apellido hicieron costumbre que debían de reunirse cada
determinado tiempo para casarse entre la misma familia, ello con la finalidad
de preservar esa sangre y apellido como decimos líneas arriba. De ahí que todo
Loyo nacido de los sesenta para abajo seamos parientes directos, aquel Loyo de
esa época que niegue a otro Loyo está errado y no conoce el origen de su sangre
y apellido, y para su conocimiento amable lector, en la actualidad en España
solamente existen ciento noventa y siete Loyo de primer apellido y ciento
ochenta y siete de segundo apellido.
De ahí que aquí en México
las personas de apellido Loyo seamos pocas, no así el González, el Hernández y
hasta el HERRERA, los cuales hay decenas de páginas en los directorios de
cualquier ciudad. EL Doctor Mauro Loyo Díaz que también no hace mucho partió a
donde a no dudar le habremos de alcanzar fue nuestro tío abuelo, de chiquillo
recuerdo que nos llevaba nuestra abuela Doña Pomposa a visita médica con el
doctor Mauro Loyo Sánchez, el que fuera Gobernador de nuestro estado, tenían,
él y el tío abuelo su consultorio por la calle de 20 de Noviembre, vagamente
recuerdo que regañaba a mi abuela diciéndole que tenía que llevarme más
seguido, no cuando solamente ella quería.
Hemos hecho un camino
Esta pequeña y breve
historia del origen del apellido Loyo quisimos exponérselos hoy cual sencillo
homenaje a la memoria del apreciado pariente Panchito, que como decimos en las
líneas del inicio, dejo camino hecho para que otros Loyo tomen escuela y vayan
por mejor camino, sobre todo aquellos Loyo de nueva camada, y que esos nuevos
sepan de donde se llegan a ésta hermosa patria que hoy nos cobija a todos
nosotros y de la cual estamos más que orgullos de ser hijos de ella, de éste
hermoso México que los nuevos políticos están tratando de desaparecer con tanta
corrupción como les mueve en sus bajos instintos.
En Perú gracias a un
médico que me hizo el favor de atenderme pude conocer a los Loyo de aquel país,
cuando ese doctor miro cual era mi apellido inmediatamente me pregunto si en
México los Loyo éramos blancos, o sea de color de piel clara, a lo cual le
expuse que yo era de los más morenos, que la mayoría de los Loyo de México era
gente de piel blanca Y, de inmediato ordeno a
su enfermera cancelara sus citas, pidiéndome acompañarlo a la ciudad de Lima,
distante de Callao a solo quince minutos en automóvil. Cuando llegamos a la
citada ciudad de Lima me llevo a un domicilio donde vivía una familia Loyo,
siendo una sorpresa para mí que esa familia Loyo en Perú era morena oscura, es
decir negros con sus cabellos rizados tipo enredado, ellos desconocían el
origen de su apellido, pero según dijo el Médico eran los únicos Loyo del Perú.
Ahí se los dejo de tarea por si algún nuevo Loyo quiere tomarse el tiempo para
investigar el origen de los Loyo del Perú.
Por hoy es cuanto tenemos
en el tintero y colmo siempre les dejamos todas las modernas de comunicación
que hoy existen para servirles: http://crucero-politico.blogspot.mx loyocrucero@hotmail.com , loyocruceropolitico@yahoo.com.mx , Twiter @LoyoOchoa , Facebook: joseluisloyo1 y
su portal de internet: www.cruceropolitico.com.mx desde con
gusto expondremos su sentir de la corrupción de los actuales políticos.
Gracias.
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