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miércoles, 17 de octubre de 2012

Mercados son un peligro


José Luís Loyo Ochoa
Octubre  15/2012

                                                

                                                   
LAS AUTORIDADES POLITICAS NO SIEMPRE SABEN CUALES SON LAS NECESIDADES REALES DEL PUEBLO, SEÑALARSELAS ES CRITICA POSITIVA.
J. L. L. O.
 
                En todos los gobiernos existen quienes tienen, como trabajo, buscar las  inconveniencias que puedan presentarse en su municipalidad, ello con la finalidad de que a manera de prevención, quien tenga el mando pueda ordenar lo conducente a fin de que no puedan ocurrir desgracias, sobre todo si esos inconvenientes se dan de carácter masivo y puedan afectar la integridad de la ciudadanía. Desgraciadamente quienes laboran con esas comisiones prefieren omitir lo que ven en aras, muchas de las veces, de conservar puestos y con ello sus percepciones, incluyendo las que logran mediante convenios desleales para hacerse de la vista gorda con tales observaciones que deberían de ser conocidas por quien les brinda el empleo en ese tipo de observaciones para que no se corra riesgo innecesario entre la ciudadanía, suena ilógico e irónico pero es una realidad.
 
Hemos tenido necesidad de acudir a la zona de los mercados del primer cuadro del puerto y observamos con bastante temor que, la condición en que se encuentran la arterias que circundan tantos calles como comercios establecidos forman un auténtica bomba, bomba que, cuando desgraciadamente llegue a explotar habrá de causar daños irreversibles para decenas o centenares de ciudadanos, incluyendo quienes en esos comercios ambulantes laboran, y de paso diremos que no aceptamos el nombre de ambulantes que se les dan si están perfectamente establecidos, con puestos fijos, sin ruedas que les permitan moverse en la noche y acomodarse por las mañanas. Circule o al menos trate de circular como uno más de los peatones por esos estrechos pasillos que se forman entre el comercio que está establecido con todas las de la ley en las inmuebles y, las banquetas, sencillamente es casi imposible hacerlo, los puestos de los mal llamados ambulantes prohíben cualquier intento de paso entre ellos por la banquetas, amén del riesgo que se corre si usted llega a mover y tirar algo de lo que exhiben en esos dizque puestos ambulantes, empiezan las mentadas y siguen los empujones con la exigencia de que pague lo que haya movido aunque no haya sido deteriorado, y ni como ponerse al tú con esa gente, inmediatamente le rodean todos los demás que están a sus lados exigiéndole el pago de tal o cual mercancía.
 
Pero eso estimado munícipe viene siendo pacata minuta, el peligro mayor se cierne si se le repite a esa zona una catástrofe como la de aquel fatídico treinta y uno de Diciembre, no les podemos brindar un mínimo de esperanza de poder salir bien librados a todos esos que se aposentan a laborar en esos corredores que son obstaculizados por ellos mismos con esos puestos que, de semifijos no tienen nada, entre esos comerciantes y los comercios que se encuentran establecidos legalmente solo pueda andar una persona, y ello sorteando paso con malabares, imagine usted queriendo salir corriendo para librarse de un incendio.


Prevenir y no lamentar

 
Quienes en los ayuntamientos tienen las carteras correspondientes a ese trabajo, debe de decirle a quien manda cuales son las auténticas condiciones en que se encuentran, ocultar la verdad solo traerá desgracias irreparables, y en un caso la única responsabilidad caerá a no dudar sobre quien tiene el mando en la municipalidad. Y si a lo ya señalado ahora suma usted que los señores taxistas ha hecho suyas las arterias que precisamente están pegadas a esos lugares, las condiciones se torna aún más peligrosas, el paso sencillamente se corta por donde usted quiera salir, forzosamente tiene que irse hasta donde quede la esquina a manera de poder conseguir quedar fuera de ese lugar, han formado pasillos con apenas el espacio necesario para que una persona delgada pueda circular, una persona pasada en el kilo de plano pasa de ladito, sorteando cada exhibición que los vendedores expenden cual si estuvieran en aparadores de los centros comerciales. Todo el tipo de mercancía que ahí venden es por demás FLAMABLE, mercancía que arde inmediatamente con una flamita y se convierte en una hoguera de forma rápida, y no cuente usted con que alguno puesto de esos tenga extinguidores, ni soñando los conocen.
 
Ya hemos tenido dos dolorosas experiencias en las zonas de los mercados, la última que le toco al tristemente recordado alcalde del cuatrienio, un incendio que me toco la desgracia de ver desde casi el comienzo hasta entrada la noche, y por ese lugar siniestrado había un mayor margen de paso que en la calle de Cortes entre las avenidas Hidalgo, Bravo hasta la avenida Guerrero que es lo que ha motivado el comentario expuesto en éste espacio, que en modo alguno es crítica negativa, tratamos de que, quienes tienen como labor observar las deficiencias que se presenten para la ciudadanía, le informen verazmente a la alcaldesa cuales son las situaciones que prevalecen en una zona que, repetimos, puede formarse en una bomba de tiempo con consecuencias irreparables e irremediables, luego entonces es un llamado a tiempo para evitar daños mayores. Esperamos que la observación le llegue a la alcaldesa tal cual es y no la distorsionen quienes tienen la encomienda de vigilar esas las muy conflictivas áreas. Incluso para incrementar el riesgo existe un banco justo fuera de un súper comercio, banco que por demás está decirlo siempre alberga a decenas de gente que acuden para hacer sus labores bancarias, imagine usted una conflagración con más de cincuenta personas dentro de esa institución bancaria, ni para donde salir ni por donde ir en busca de refugio, en verdad, todo ello es, repetimos, una bomba de tiempo.    
 
Bajo ningún concepto se tome éste espacio como una crítica negativa, es una llamada con todo el tiempo para que evitar daños mayúsculos que incluso superarían a los ocasionados en aquel fatídico TREINTA Y UNO  de Diciembre del triste y penosamente alcalde de esos cuatro años, y por hoy hasta aquí cerramos su espacio dejándoles como siempre sus correos electrónicos desde donde esperamos poderles servir con gusto: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx  y    loyocrucero@hotmail.com  y mil gracias.      

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