Julio 27/2012
J.
L. L. O.
Sin duda alguna que las enseñanzas son
la historia de los pueblos y la formación de toda civilización actual, y como
tales debemos de tener presente aquellas enseñanzas que iban encaminadas a
recordarles a los antiguos monarcas, Emperadores, Reyes y todo aquel que
tuviera el mando de los pueblos, que ellos eran seres humanos, personas iguales
a las que gobernaban sin ninguna diferencia de éstas, por lo que, muchos de
aquellos monarcas traían siempre tras de ellos a una persona que, al mismo
tiempo que el pueblo los alababa lanzándoles hurras y aplausos, esos seres
atrás de ellos les hacían el recordatorio de su condición de humanos para que
esos monarcas no perdieran el piso y sucumbieran ante los halagos de la muchedumbre.
HOY, en pleno siglo XXI podemos decir que en muchos
países del orbe hace falta ese tipo de gente que se sitúe atrás de cada
mandatario de los países, de los estados y los municipios, seguro que de
hacerse así tendríamos seres más conscientes de su condición de servidores
públicos, que ellos les deben de servir a los pueblos sin esperar recibir de
éstos aplausos y loas al cumplimiento de todas sus obligaciones, pero
lamentablemente no es así, razón por la cual vemos como pierden el piso y la
realidad de quienes son, aún sin todavía llegar a ceñirse distintivo alguno que
les identifique con la categoría que el mismo pueblo les otorga. Pruebas de esa
pérdida de la realidad las tenemos en todos los ámbitos de la red de servidores
públicos, desde el más humilde municipio, el estado más insignificante por su
pobreza e incluso entre quienes apenas vayan de candidatos a la presidencia del
País, y si alguien tiene duda ahí tenemos a un López Obrador, un personaje de
la vida actual el cual nos demuestra que jamás podría ser confiable si se le
invistiera del poder presidencial, entre quienes nos gobiernan también
experiencias que demuestran los cambios psicológicos que sufren quienes no
saben admitirse a sí mismos como los seres humanos iguales a quienes deben servir
al tú por tu, en igualdad de circunstancias como lo que somos, seres humanos
con gobernantes que son, en la realidad, servidores de ese pueblo que les
eligió para llevar los destinos de un Estado o de un País, la época de reyes y
monarcas ya es historia que reza en los libros.
Y SALIENDO UN POCO DEL TEMA, fuimos de visita a nuestra
capital Jalapa, lógicamente asistimos de paso al Palacio de Gobierno, en donde
pudimos apreciar que existe desinformación en cuanto corresponde a nuestros
símbolos, en la puerta de acceso a la
oficina del señor Gobernador existe en las dos puertas de entrada el escudo de
nuestro Estado, el cual dicho sea de paso considero es el más bello de toda
nuestra República. Y bien, pudimos apreciar que en dichos escudos tienen las estrellas
que simbolizan los TRECE FRAILES que acompañaron al conquistador, pero en lugar
de ser TRECE ESTRELLAS esos dos escudos solamente tienen SIETE estrellas, al
mismo tiempos circundan el escudo con flores, cuando la originalidad del escudo
se circunda por guirnaldas y olivos, los cuáles eran la representación de
la victoria sobre las columnas de HERCULES, dada la creencia que al final de
esas columnas de Hércules se terminaba el mar, que fuera de ese espacio ya no
había más que el vació y se caía a los abismales infiernos, pero deje usted
decirle que no es nuevo, siempre a sido la mismas forma de escudo, y es tiempo
de devolverles su originalidad dado el lugar.
Renovarse o morir
Y SEGUIMOS AHORA CON ALGO HARTO PREOCUPANTE, las muy
próximas elecciones y quien será el responsable del partido gobernante en éste
Estado que sepa dirigir al mismo a un triunfo que le debe a su militancia, no
es creíble que puedan quedar quienes ya demostraron carecer de carácter y un
auténtico conocimiento de quehacer político que pueda permitirles aglutinar en
favor a todos los que hoy se encuentran dispersos, en nuestro quehacer diario
hemos podido comprobar que se suman por miles los anteriormente militantes y
simpatizantes priistas, lo pudimos observar en esta pasada elección, y esa disminución
tanto de militantes como de simpatizantes solo obedece a falta de un autentico
liderazgo, solamente quien padezca de ceguera y tenga perdido el oído no puede
darse cuenta de ello, y si esperan a las próximas elecciones los lamentos se
podrán escuchar en la misma montaña donde harán ecos sonoros. Existen
auténticos militantes con todo el quehacer político que el partido tricolor
requiere en este momento, obstinarse en no dar paso a quienes son militantes
capacitados para ello será dejar el partido en indefensión para lo que viene.
Existen muchos de la vieja guardia priista que tienen capacidad de aglutinar a quienes hoy forman
parte de la ausencia, podemos nombrar un número extenso de militantes que en
verdad quieren a su partido, pero sobre todo, personajes que tienen la
capacidad, el conocimiento y sobre todo esa muy necesaria vergüenza de querer
hacer lo mejor para el bien de su
partido, cómo debe de ser y debe de hacerse en aras de lograr ese necesario triunfo que logre
redimirlos con quien será el nuevo presidente de la República emanado del
partido tricolor. Podríamos nombrar decenas de priistas a los cuales podrían
orgullosamente ser presidentes estatales de ese partido, personas que si bien
el clasificado de jóvenes ya no les va, no quedan en el término de ancianos,
personas que tienen sus energías bien definidas pero sobre todo, repetimos, el
orgullo y corazón para poner en todo lo alto al partido al cual verdaderamente
se deben y le deben todo lo que puedan ser, quienes tengan ese mando y la calidad
para ejercer esa muy necesaria renovación a la voz de ya, es decir ahora, deben
de fijar sus ojos en esa inaplazable rotación de altos mandos partidistas, de
no hacerlo así caerán mañana en el más deplorable arrepentimiento.
En la zona conurbada existen al menos dos personajes de
la política estatal que han dejado huella y constancia de lo que, cuando se
tienen ganas se puede lograr en beneficio de las siglas que lleva toda la
historia de Veracruz en manos del mismo partido político que es el PRI, y
recordemos que la zona conurbada es precisamente la zona de mayor influencia
estatal en lo referente al sufragio, su número de habitantes le brindan un
punto medular políticamente hablando, despreciar eso les puede significar una
derrota apabullante en las próximas elecciones.
Ramón Ferrari Pardiño y Fernando Arteaga Aponte son los
dos militantes con las tablas más que suficientes para dejar hasta su sangre si
es necesario en el camino para no permitir el sucumbir del partido en el cual
nacieron en manos ajenas al mismo. Repetimos, quien o quienes tengan toda la
facultad para elegir el cambio que tan necesario como urgente es, deberán de
buscar, nosotros les exponemos dos nombres de nuestra zona conurbada por la
sencilla razón de ser la zona de mayor
influencia en todo el estado, y aún a riesgo de parecer más que necios, quienes
tuvieron el mando partidista en las elecciones que dicen haber triunfado
demostraron por todo lo alto carecer de ese quehacer necesario en una justa
como la que se avecina. Y por hoy es todo cuanto les tenemos en aras de su
mejor opinión, dejándoles como siempre nuestros correos para servirle con gusto: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com y nuevamente gracias.
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