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lunes, 10 de septiembre de 2012

¿Tránsitos armados?

José Luís Loyo Ochoa
Septiembre   07/2012

                                                             
                                                            
 

CUANDO SERVIDORES PUBLICOS SE VEN CON ARMAS DE FUEGO DEJAN DE SER SERVIDORES PARA CONVERTIRSE EN VERDUGOS DE LA CIUDADANÍA.
J. L. L. O.
 

               
                  Pasando muy poco de la década de los años ochenta, en el puerto de Veracruz los agentes de tránsito y los mal llamados peritos hacían su servicio armados, es decir, portaban al cinto armas de fuego, eran, para los conductores de vehículos momentos aciagos cuando se tenían que enfrentar a éstos señores, cual más de ellos, a la hora de intervenir a un conductor lo hacía en la posición de los vaqueros de viejo oeste, aquellos que por quítame éstas pajas disparaban sobre su rival, repetimos, eran días en los que no faltaba la queja diaria, sin que nunca nadie le diera ese curso legal en ninguna de las instancias gubernamentales.
 
  ¡No! Por bien de todos 
 
Y recordemos que en esos tiempos aún no se desataba esa llamada guerra contra el narcotráfico, y hoy la situación es totalmente distinta de aquella época, sobre todo si tomamos en cuenta que esa guerra en contra de los malosos aún no termina, sigue latente, estamos igual que cuando la gente del campo acude a sus siembras y corta la llamada mala hierba, más tarda en quitarla que ésta por su propia naturaleza vuelve a salir a la luz del sol, estamos exponiendo a ustedes que, el armar a el cuerpo de agentes de tránsito sin lugar a dudas habrá de poner en riesgo a TRES PARTES, por lado de los ciudadanos la integridad de éstos mismos, un agente no es lo mismo que un soldado o que un marino, éstos dos están adiestrados en el manejo de las armas, saben cuándo deben de usarlas y cuando deben de dejarlas en sus fundas, el uso de esas armas en ellos es parte fundamental  de sus entrenamientos, vienen siendo lo que el rosario para los aspirantes a sacerdotes, en cambio un agente de tránsito, aunque le den un entrenamiento previo, siempre será un servidor públicos sin la costumbre y menos aún el adiestramiento concienzudo sobre el buen manejo de las armas, ello aunque las instancias superiores del gobierno digan lo contario, quien no tiene adiestramiento que le permita hacer de su cuerpo y el arma una sola persona, jamás podrá mantener los nervios que a no dudar debe de tener quien maneja un arma de fuego, y ese detalle solo para empezar.
 
 
Vamos más a fondo, tenemos presente que la delincuencia no se ha exterminado del todo, saben quienes nos gobiernan que diariamente se suman por miles quienes ingresan a esos círculos de las mafias, luego entonces, cuando esos agentes de tránsito detengan por alguna infracción, bien que ésta sea real o, en su defecto, inventada por quienes portan el uniforme para sacar el desayuno  o para la gasolina, teniendo en cuanta que ese es otro de los factores por los cuales muchas veces el agente de tránsito dice tener que verse en la necesidad de cubrir sus gastos, dado que el superior del ramo no le brinda esos necesarios  recursos. Pero que sucederá si cuando le inventen, a quien paren, una infracción, y éste les resulte pertenecer a alguna de las ya múltiples bandas delictivas y el agente vaya con su pose de perdona vidas?, asegure usted que ese agente habrá de quedar ahí, tendido en el pavimento en medio de un charco de su misma sangre. Ya hora vamos más allá, con ese factor que todos sin duda alguna experimentamos: EL MIEDO, y no será para menos, ya que el agente de tránsito deberá de haber estado consciente desde que le pusieron en el cinto el arma que todavía hay muchas bandas delictivas, y lo que es peor, no sabrá cuando se topará con alguna de esas bandas, de ahí que el factor miedo le hará volverse prepotente con el ciudadano común.

  
Como podemos ver, la situación se tornará más que peligrosa para los tres componentes de estas situaciones, en primer lugar los ciudadanos, en segundo lugar los mismos agentes de tránsito y en el tercer lugar los peatones que tengan la desgracia de pasar por el lado equivocado a la hora ídem y lo cual, una vez sucedido el caso se le dará el nombre de DAÑO COLATERAL, ¿O no?, ojo señores de la autoridad que supuestamente nos debe de cuidar a los ciudadanos, los tiempos no están por ningún concepto, propicios para darse el lujo de buscarle tres pies al gato, en la actualidad todavía no estamos salvos de los problemas de violencia que nos han mantenido en zozobra, armar a esos servidores públicos habrá de ser, en corto plazo contraproducente para la sociedad en su conjunto y los arrepentimientos vendrán sin manera de remediar las erratas, quienes nos hacen de leernos saben que no estamos en éstas apreciaciones, insistir en ello será desatar más violencia entre una ciudadanía harta de ella, ojo, no exponemos por el simple hecho de exponer.


¿Educación vehicular?

Pero existe algo que si debe de hacerse con premura, volver, pero intensificada, la educación para todos los ciudadanos, conductores y peatones, todos debemos de tener EDUCACIÓN, conductores debemos de acatar los reglamentos como debe de ser y los peatones aprender a andar con debida precaución ´para salvaguardar nuestra integridad, eso es una medida que se debe de acatar en sus conjuntos, sobre todo por los conductores de motocicletas, es ya demasiado el crecimiento de los accidentes provocados por la irresponsabilidad de los motociclistas y ciclistas, accidentes que deja en muchos casos la responsabilidad para los conductores de vehículos de cuatro ruedas o más y lo peor está en que muchas de las veces son ocasionados por los mismos conductores de dos ruedas que, sin medir el peligro se cuelan entre los vehículos sin precaución alguna, o bien se encuentra el auto motor con ellos a toda velocidad en sentido contrario a la circulación, provocando ser víctima del atropellamiento, pero aun cuando la culpa es del motociclista, el hacerse víctimas hace poner en calidad de victimarios a los conductores de cuatro ruedas.
 
 
En Veracruz, merced a nuestra educación vial y cívica no ponemos atención al cuidado que deben de darse, existe, la famosa vuelta a la derecha con PRECAUCIÓN, pero por regla general nadie deja pasar a los peatones con esa prisa que siempre se tiene, causando con esa prerrogativa de vuelta a la derecha con esa precaución gran cantidad de accidentes que no se darían si no existiera vuelta a la derecha con una precaución inexistente, los peatones, aunque les pongan puentes peatonales y sus debidos anuncios muy pocos los usan debidamente, sorteando el paso de vehículos, entre los que se cuelan los motociclistas produciendo muchos de los accidentes contra los peatones, y así se puede formar un rosario de problemas viales que deben de tener más prioridad que armar a todos los agentes de tránsito, solucionar el problema que representa el pulpo camionero contratando el grupo de jóvenes inexpertos que vienen siendo los principales causantes de tanto choque donde el pagano muchas veces es el usuario del pulpo camionero, y no terminaríamos de exponer tantas y tantas anomalías en lo concerniente al sistema de tránsito. De ahí que quienes tienen los mandos de ésta corporación tienen la última palabra, poner más énfasis en la educación vial o armar a sus agentes para empezar a enlutar, tanto a los hogares de esos servidores públicos como a los que conducen los vehículos motorizados, y por hoy hasta aquí dejamos de aburrirles dejándoles como siempre nuestros correos electrónicos desde donde esperamos poder servirles:    loyocruceropolitico@yahoo.com.mx  y   loyocrucero@hotmail.com   y mil gracias  

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